Hemos definido una semiótica del diseño que está conformada por la forma de la expresión, la forma del contenido, la substancia de la expresión y la substancia del contenido. Estos cuatro elementos forman una unidad.
Entendemos la unidad operacional como un dispositivo que funciona, en este caso como un diseño que se concreta y entra a ser parte del mundo real o virtual. Cuando hablamos de funcionamiento nos referimos a la serie de procesos tanto para la producción como para su desempeño real.
Podemos tomar el ejemplo de un celular y señalar los procesos de su fabricación, que van desde la materia prima, hasta la elaboración de los chips, sin dejar de lado los aspectos puramente formales del aparato. Una vez listo, podemos llamar, enviar mensajes, conectarnos al internet o golpearlo contra el suelo cuando no obtenemos la respuesta que esperamos. Aquí se ve con claridad el carácter procesual de la unidad operacional diseñada.
Ahora tenemos que dar un paso más y decir que el diseño de las unidades operacionales no solo es procesual sino procedimental. Hay que distinguir entre procesos y procedimientos. Los procedimientos son un tipo de procesos que están sometidos a reglas. De tal manera que cuando diseñamos una unidad operacional seguimos unas reglas.
¿Qué es, entonces, una regla? Una regla tiene en primer lugar una curiosa definición: es aquello que acordamos colectivamente seguir o cumplir. Esto quiere decir que la característica que aparece inmediatamente es el acuerdo entre un grupo o más concretamente, de la comunidad de diseñadores y de la industria cultural en la que está inmersa.
Una regla a más de ser algo que se sigue, es también una norma, una guía para la acción, con una serie de pasos, secuencias, órdenes, jerarquías. (En este sentido, una regla es un dispositivo.) Si colocamos dos elementos en sus extremos, su concepto se clarificará.
Diseñar está lejos de ser una actividad arbitraria, en donde cualquiera pudiera hacer lo que quisiera. Ciertamente que la inventiva y la creatividad son parte esencial al diseño; sin embargo, estas tienen un límite. Por otra parte, diseñar no es algo que esté sometido a leyes inflexibles, que no admitan excepciones y que sean sancionadas. El diseño no es ni arbitrario ni está sometido a leyes; como unidades procedimentales están reguladas por reglas.
Para resumir: las unidades operacionales del diseño están sometidas a reglas, tanto para su producción como para su funcionamiento.