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martes, 10 de junio de 2014

TEATRO CANÍBAL. PROPOSICIONES. 3.


27. El teatro es una máquina abstracta. Como tal, fabrica formas desde una perspectiva de heterogénesis. Producción de lo diverso articulado en flujos que oscilan en un mismo espacio de fase. En el lenguaje de Guattari: phylum que crea territorios existenciales

Es una máquina hecha de disposiciones que conducen a un dispositivo. Toda obra contiene estas disposiciones que aparecen en el montaje final como un dispositivo particular, con sus reglas internas, inmanentes.

Disposiciones/dispositivo que incluye una máquina discursiva, en donde el texto teatral es un fragmento, una parte. Una serie de enunciados que preceden a la obra y que continúan luego de esta.

El universo discursivo se transforma en phylum de enunciados, que desterritorializa los territorios existenciales pre-existentes y postula unos nuevos. Nuevos territorios existenciales que funcionan como marcos de referencia a las textualidades teatrales. En el teatro los planos no discursivos se continúan con los planos discursivos formando un entrelazado, un plano de consistencia que es la obra tal como la vemos, como fenómeno.

28. El teatro es una máquina abstracta. ¿En qué sentido hablamos aquí de “abstracto”? ¿Qué tipo de abstracción está implicada en el hecho teatral?

Estamos hablando de abstracciones reales; esto es, procesos de separación que se dan efectivamente, que suceden en el mundo, de las cuales dependen aquellas más conocidas como procesos cognoscitivos.

Abstracciones que son, además, tardías, porque corresponden al capitalismo tardío, al capitalismo puro, en una época en donde este se presenta en su crudeza, con la brutalidad de sus leyes llevadas al extremo.

La Forma mercancía, la Forma dinero, se separan violentamente del valor de uso. La Forma como tal se convierte en mercancía. La estética se vuelve mercancía inmediatamente, aquello que se compra y que se vende. El uso queda supeditado, casi desaparecido. La obsolescencia del modelo, confrontada con aquella del contenido.

La máquina abstracta del teatro pone en obra esta abstracción, lleva a la escena esta separación de la forma, se convierte él mismo en forma, en experimento, en recorrido mudo, silencioso, en vaciamiento de los significados, en persistente distanciamiento del espectador. El teatro se aproxima al perfomance, en el sentido postmoderno, que casi se vuelven indistinguibles.

El plano de los enunciados, los discursos, se cortan respecto de los no-discursos. El teatro se ve relevado de decir, de hablar, de proponer, de discursear. Las significaciones ya no son necesarias, las preguntas por el contenido son dejadas de lado. Expresión y contenido siguen sus propios puntos de fuga. La substancia del contenido queda alienada, porque se reduce a forma de la expresión. La forma del contenido deja de ser el lugar de encuentro de la obra como tal.

Una vez separados los planos, la máquina abstracta del teatro delira y alucina en su búsqueda insaciable de resolver la esquizofrenia introducida en su mundo. Al no poder decir, al estar cortados los enunciados, la expresión teatral prolifera, se parte, se escinde, se divide, se fragmenta sin límite, hasta disolverse en performance, en acción pura como el capitalismo puro.

Los contenidos, a su vez, se tornan irrelevantes, banales y poco importa el grado de su articulación con las formas de la expresión. Aquí no solo muere el texto teatral, sino la discursividad entera que articula el hecho teatral.


29. La Forma Teatro Caníbal también es una máquina abstracta. Después de lo postmoderno y de lo postdramático no puede regresar sin más a convertirse en una simple máquina concreta. Sin embargo, ¿de qué otro tipo de abstracciones estamos hablando? ¿Qué nuevo orden figural debería introducirse para que esto sea posible? ¿Cuáles serían estas abstracciones elevadas a un segundo grado, unas abstracciones de las abstracciones?

La máquina abstracta del teatro caníbal es una máquina colocada en el plano imaginario, poblada de fantasmas articulada sobre lo imaginario. Y lo imaginario como pantalla, como interface.

30. El cuerpo es una perspectiva lanzada sobre el mundo, que individualiza el alma colectiva. Esta perspectiva no hace referencia a una suerte de relativismo, sino que es una característica ontológica. Ciertamente se trata de una ontología desustancializada, en donde todo es perspectiva, definida por la posición que ocupa en un lugar. “… la concepción amerindia supondría una unidad espiritual y una diversidad corporal. Aquí, la cultura o el sujeto sería la forma de lo universal, mientras la naturaleza o el objeto sería la forma de lo particular.” (16) Un cuerpo es un particular. (Viveiros de Castro, Eduardo, Cosmological perspectivism in Amazonia and elsewhere, Hau, Cambridge, 1998).

31. Hay que llevar al cuerpo más allá del debate entre cuerpo orgánico y cuerpo sin órganos. No se trata de cómo nos hacemos un cuerpo sin órganos, sino cómo un cuerpo sin órganos nos hace a nosotros lo que somos.

32. El cuerpo es un esquema que diagrama el conjunto de transfiguraciones que podemos sufrir. Esquemas corporales en un “mundo altamente transformacional”. (48)

33. “La personalidad de los animales (y de los humanos) es de hecho una cuestión de contexto… definido en términos amerindios.” (54) Todos partimos de un fondo común “indiferenciado”; son los cuerpos los que nos permiten distinguirnos de los otros.

34. “Y perspectivas son acerca de intercambios, que relacionan sujetos o personas.”(77) Así que cuando decimos que un cuerpo es una perspectiva, en realidad estamos interrogando por el tipo de intercambio que realiza con otro cuerpo, por la posición que ocupa en la relación entre un cuerpo y otro.
                amo ------------------------- esclavo
                hombre -------------------- mujer
Amo, esclavo, hombre, mujer, son esquemas corporales –que definen sujetos-, en donde cada uno intercambio algo desde el lugar en donde está colocado. Solo se es amo cuando se ocupa esta posición respecto del esclavo. Todo concepto es relaciona.
¿Qué clase de intercambios se producen entre tu cuerpo y los demás cuerpos? ¿Los cuerpos de los otros qué lugar ocupan respecto del tuyo, en qué posición te colocan?

35. Un cuerpo es un intercambio entre cuerpos. Y en el capitalismo, un intercambio siempre desigual, opresivo, asimétrico.

36. Un cuerpo no se define por lo que es capaz de hacer; sino por la relación en la que se encuentra involucrado y por lugar que ocupa. Esta es una perspectiva.

Este intercambio es, en primer lugar, un intercambio de imágenes, aquellas que las hemos puesto en las pantallas, en las interfaces, en los avatares. El intercambio comienza siendo imaginario para volverse real.

37. ¿Es el cuerpo una interface? ¿Se comporta como tal?

38. El cuerpo es un ciborg: esquema corporal conformado por elementos compatibles pero incomparables, que entran en conexiones parciales. También las relaciones entre cuerpos están hechas de conexiones parciales de tipo ciborg.

39. El cuerpo es el origen de lo imaginario. Sensación –sensibilidad –imaginación –fantasmas- sujeto.

40. El doble vínculo del cuerpo: en un extremo, el cuerpo como marca del individuo; en el otro, el cuerpo como lugar que ocupa en la relación.

41. El momento subalterno del teatro: según Spivak, el subalterno es aquel que no puede representarse ni ser representado. Ante nuestra imposibilidad de acceder a este completamente otro, solo cabe imaginarnos cómo es y educarnos estéticamente, para que nuestra sensibilidad se abra a ese otro.

Se podría decir que el teatro ha ocupado históricamente el lugar de la representación. Pero, en la fase tardía del capitalismo, la representación entra en crisis. El teatro expresa el empuje devastador de lo tardío que deja sin espacio al teatro. Así el teatro cada vez menos cabe en la representación y bordea el abismo de la imposibilidad de enunciar algo acerca de sí mismo. La crisis del teatro radica en este proceso de subalternización.

Por otra parte, las interfaces virtuales, la televisión, el cine, la sociedad del espectáculo, también aceleran esa dinámica de subalternización del teatro, que se convierte en teatro minoritario.

Escapar de la subalternidad podría lograrse a través de imaginar el teatro, más allá de las formas específicas de manifestarse, reafirmar la voluntad de escribir y hacer teatro, aunque para esto se tengan que inventar nuevos modos de representación de sí mismo y de representación del teatro como tal.

Pero, ¿en qué consistiría una representación no moderna y no posmoderna, una que escape a la disyunción cartesiana-anticartesiana? O lo que es lo mismo: ¿cuál sujeto portaría esa nueva representación?

Estamos hablando de una representación caníbal. ¿Y esto qué significa? Por el momento es una exigencia que se desprende de la voluntad de imaginar el futuro, más allá de este presente perpetuo.

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