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viernes, 15 de febrero de 2013

LECTURAS SOBRE RANCIERE. 1.



El interés central de estas lecturas sobre Rancière versan sobre el concepto de régimen estético, para mostrar tanto lo que tomo de este como los desplazamientos que se provocan, a fin de dar cuenta de los fenómenos que nos interesan. Comienzo por su libro Aisthesis, Scènes du régime esthétique de l'art. (Rancière) 
Entender el arte, en Occidente, para Rancière,  tiene que ver con la afirmación  de que el arte desde la modernidad ha entrado en un régimen estético que determina su lógica; esto es, su modo de existencia como aquello separado y contrapuesto a lo ordinario y a lo cotidiano: 
“Estas metamorfosis no son fantasías individuales sino la lógica de este régimen de percepción, de afección y de pensamiento que propongo llamar régimen estético del arte.” (Rancière 12)
 El régimen estético del arte se compone, por lo tanto, de los modos en que da y se regula la experiencia sensible y, desprendiéndose de esto, la manera cómo lo entendemos y cómo funciona efectivamente en la sociedad: 
“Este libro trata en catorce escenas de un solo sujeto. Esta está dado por el mismo título: Aisthesis. Estética es el nombre de la categoría que, después de dos siglos, designa en Occidente el tejido sensible y la forma de inteligibilidad de aquello que llamamos arte.” (Rancière 9) 
Concebir estéticamente el arte llevó a que la sensibilidad se configure de forma radicalmente distinta de la mímesis y que las experiencias posibles cambiaran complemente de registro. Nuevas experiencias se volvieron posibles y otras dejaron de serlo, por estos cambios: 
“Tales conceptos dependen ellos mismos de una mutación de las formas de experiencia sensible, de maneras  percibir y de ser afectado. Ellos formulan un modo de inteligibilidad de sus reconfiguraciones de la experiencia.” (Rancière 9) 
Mímesis y aisthesis dejan nombrar estructuras inherentes al arte, direcciones que unos artistas o críticos pudieran tomar y se convierten en grandes periodizaciones del arte; o, más estrictamente, en el surgimiento del arte como esfera separada, aunque Rancière se inclina a sostener que el arte tiene un comienzo absoluto con su determinación estética. 
“Sin duda mimesis y aisthesis toman aquí otro sentido, porque ellas no designan categorías internas al arte sino regímenes de identificación del arte.” (Rancière 11) 

Todo esto pertenece al ámbito sociológico, que es en donde debe estar la estética, porque se trata del conjunto de condiciones sociales de la producción y circulación del arte, reguladas por su régimen. A partir de allí, las personas percibimos e interpretamos esta percepción siguiendo la lógica que está impuesta, que no es otra que la ya señalada: el arte como esfera separada del mundo ordinario. 
La crítica, la filosofía del arte, las reflexiones, los debates, entran a ser parte de esta serie de regulaciones de lo sensible, porque estas las orientan, las dirigen, las someten con igual fuerza a su lógica:   
“El término Aisthesis designa el modo de experiencia según el cual, después de dos siglos, nosotros percibimos las cosas más diversas por sus técnicas de producción y su destinación como perteneciendo al mundo común del arte. No se trata de la “recepción” de las obras de arte. Es la acción del tejido de la  experiencia sensible en el seno en que son producidas. Son las condiciones bastante materiales –los lugares de realización y de exposición, de formas de circulación y de reproducción-, pero también de modos de percepción y de regímenes de emoción, de categorías que los identifican, de esquemas de pensamiento que les clasifican e interpretan.” (Rancière 10)

No entró a discutir aquí la validez de la contraposición entre los regímenes miméticos y los estéticos en la historia del arte. Me interesa resaltar el concepto de régimen que, para mí, está bastante cerca de Foucault. 
Se desprende del texto de Rancière que un régimen en una lógica; esto es, un conjunto de reglas para un mundo dado. Lógica que es ante todo social, porque se refiere a su modo de existencia efectivo, en sus diferentes ámbitos: cómo se produce y se reproduce, cómo circula y cómo se distribuye. El régimen contiene la economía política de ese mundo. 
Mas, como insistirá Foucault, un régimen es productivo: nos dice qué podemos sentir, qué podemos pensar, qué formas de existencia son aceptables y cuáles no; e incluye, las interpretaciones filosóficas, científicas, de las opiniones y las ideologías. 
Ahora se trata de volver sobre el “régimen estético” del arte. Aquí se introduce un desplazamiento significativo, porque encontramos que en Rancière, estética y arte quedan pegados el uno al otro, como correlatos. La crisis del régimen estético del arte, lleva al arte en una determinada dirección, llamada posmodernidad. 
Sin embargo, no se hace la pregunta sobre el destino de la estética. Michaud, entre otros, ha mostrado cómo la estética al desprenderse del arte, se traslada a otras esferas: el diseño, la publicidad, la moda, los videojuegos, los mundos virtuales. 
El régimen estético al liberarse del arte, muestra su rostro escondido: la sensibilidad y la imaginación; porque con igual fuerza estos dos fenómenos se deslizan alejándose del arte posmoderno, que entra en su fase de banalidad, de simulacro de  sí mismo. 
La propuesta nuclear en esta reflexión es que el régimen estético ahora es el régimen estético de la sensibilidad y de la imaginación de nuestra época. La producción capitalista ha entrado de lleno en su momento estético al igual que la producción cultural, mientras el arte vira el rostro y prefiere mirarse en el espejo. La banalidad del arte es su momento narcisista: solo alcanza mirarse a sí mismo y está encantado con lo que ve. No encuentra otra alternativa que suicidarse. 
Curiosamente, fragmentos de arte escapan al régimen estético del arte y a su crisis; y comienzan a manifestarse precisamente en esas otras esferas: el anime, el manga, los videojuegos, el arte locativo de la realidad aumentada.

Bibliografía.

Rancière, Jacques. Aisthesis. Scènes du régime esthétique de l'art. Paris: Gallilée, 2011.

miércoles, 13 de febrero de 2013

EDUCACIÓN ESTÉTICA


Desde el mismo momento en que se menciona “la educación estética”, esta colapsa en la educación artística, porque tanto la educación como el arte dependen de un mismo régimen, que los coloca como ámbitos separados que deberían entrar en un particular tipo de relación. Se tendría que elaborar algún tipo de didáctica que aproxime a los espectadores al hecho artístico –y por ende estético-
Se trata, en este caso, de ir más allá, de desbordar este paradigma y de colocarnos de entrada en otro lugar. La educación estética como educación artística ha estallado doblemente: primero, porque el hecho educativo como tal está cuestionado –Freire, Lewis- y porque la estética ha escapado de la esfera artística.
Como Michaud señala, la belleza ya no es la meta que la obra de arte tiene que alcanzar. La belleza la encontramos en el diseño, en la moda, en la tecnología y tiene que ver más como las estrategias de la publicidad antes que con los artistas.
Aunque merece una detenida discusión, creo que hay dar un paso atrás del gesto moderno y quedarse en el balbuceo kantiano; esto es, la estética tiene que ver con la sensibilidad. Ciertamente, se produce un desliz que inaugura la modernidad, que lleva directamente a entender la estética como referida a la belleza y por lo tanto, al arte. De allí en adelante se tratará de ver cómo los distintos regímenes estéticos –en este sentido reducido- la interpretan y lo transforman sin salirse de su matriz.
La posmodernidad altera radicalmente esta relación, en la medida en que aísla el gesto estético del momento artístico; más aún, la dirección que toma es la opuesta: la negación de la belleza como tarea misma del arte y el privilegio de la acción sobre la poética.
Desplazo el punto de partida hacia Spivak: la educación estética es la educación de la sensibilidad y de la imaginación, que es la única que podría aproximarnos al subalterno, aunque nunca lo alcancemos porque es un “objeto” imposible.
Digamos que la estética tiene que ver con la sensibilidad y con la imaginación, porque las dos no pueden ir separadas, se implican mutuamente. No hay sensibilidad sin el orden imaginario; y el orden imaginario tiene que ver directamente con la sensibilidad.
Pero, ¿qué es la sensibilidad? La respuesta no es ni simple ni fácil, porque si bien se puede afirmar que es aquello que penetra por los sentidos, este es solo su inicio y no agota el fenómeno de lo sensible. Precisamente es en este momento en donde entra a jugar su papel la imaginación.
El otro gran campo que hay que incluir en este primer acercamiento es la política. Ranciére habla de políticas estéticas y de la educación estética, que conduce a un espectador emancipado. La educación de la sensibilidad y de la imaginación, tanto para Ranciére como para Spivak, son directamente una cuestión política.
Los términos sobre los cuales hay que reflexionar son: estética, educación, sensibilidad, imaginación, política. Cada uno nos llevará a determinadas consecuencias que se relacionan con los temas de la emancipación, del otro en su sentido más radical, del oprimido, del obrero.
Quizás se hace necesario una ampliación de la noción de régimen de la sensibilidad, de tal manera que incluya todos estos componentes. (Otro concepto candidato podría ser: campo estético.)

lunes, 22 de octubre de 2012

OBJETOS 4. LOS OBJETOS DE LA PROGRAMACIÓN ORIENTADA A OBJETOS.


El aparecimiento de nuevos campos de la ciencia y tecnología termina por afectar a los demás; y esto es particularmente cierto, en una dimensión incalculable, para la informática. En este momento, me interesa resaltar la capacidad discriminatoria que exige la programación.
En la medida en que una computadora hace exclusivamente aquello que le ordenas de la manera más detallada posible, los procesos deben ser partidos en sus componentes para que puedan ser entendidos por la máquina.
Por otra parte, la Programación Orientada a Objetos, (POO), amplió el campo de aquello que solíamos considerar objetos, permitió niveles más altos de abstracción y una mejor comprensión de lo que son estos. Veamos ahora cómo la POO nos ayuda a comprender de mejor manera lo que es el diseño de objetos.
La POO parte del mundo real para volver luego de un proceso a este: “Un objeto es un componente del mundo real que se transforma en el dominio del software… consta de una estructura de datos privada y procesos, llamados operaciones o métodos, que pueden transformar legítimamente la estructura de datos.”(372)
Más adelante se establece que: “Muchos objetos tienen unas características razonablemente similares y ejecutan operaciones razonablemente similares… Todos los objetos son miembros de una clase más amplia y heredan la estructura de datos privada y las operaciones que se han definido para esa clase.”(374) De donde se deduce que “un objeto es una instancia de una clase más amplia.” (374)
Retengamos algunas ideas centrales: un objeto tiene una estructura, existen operaciones que se realizan con objetos, siempre pertenecen a una clase o conjunto –se encuentran indexados, son instancias-, sus características pueden trasladarse a otros objetos similares: se heredan.
Creo que es fácil ver cómo estas características establecidas por la POO se aplican a los objetos del diseño y, al mismo tiempo, contribuyen a entenderlos con más precisión. Se podría hacer el ejercicio de tomar un objeto diseñado y analizar cómo cumple la serie de requisitos que se han señalado.
Tomemos un sillón de mimbre y preguntémonos qué le pasa cuando entra a formar parte del dominio del diseño:
-          ¿A qué clase pertenece?
-          ¿De qué manera específica es una instancia de esa clase, como la relación entre type y token?
-          ¿Cuál es su estructura?
-          ¿Cuáles son las operaciones que sirvieron para construirlo y las que se pueden hacer con él una vez fabricado?
-          ¿Qué aspectos estructurales u operacionales son capaces de trasladarse a otros objetos?
(Pressman Roger, Ingeniería del software. Un enfoque práctico, McGraw-Hill, México, 1988)

FORMA 4. LA FORMA MODA.

En el inicio de todo se encuentra la forma, a partir de la cual lo demás emerge y se constituye. Se podría decir que de la forma se derivan tanto las formas como los contenidos. Por eso, se postula que la moda es forma y solo en esta medida, la moda tiene formas.
Lo que significa que cuando se procede a diseñar cualquier prenda antes que partir de una especie de vacío visual que luego se llenara con concreciones de las ideas que tenemos, nos están dadas innumerables formas previas que nos son indispensables como puntos de partida.
Allí en medio de esas incontables formas tenemos que hacernos lugar para ubicar nuestra propuesta, para desarrollar creativamente un nuevo estilo, una nueva propuesta. Ciertamente que este trabajo de limpieza es tan cotidiano que no lo hacemos consciente.
Sin embargo, como bien sabemos, la moda es mucho más que una acumulación caótica de elementos. Por el contrario, hay una organización, porque esas formas específicas con las que nos enfrentamos, están indexadas; esto es, pertenecen a conjuntos organizados en diversos niveles, con sus propias reglas de funcionamiento y de aplicación.
Con estos conjuntos organizados de formas, la moda penetra en la sensibilidad, para conformarla y orientarla en un sentido muy preciso. Se convierte en un régimen de la sensibilidad de un grupo humano en un contexto cultural definido y por su tiempo delimitado.
Nuestra época está completamente sometida a la moda. El capitalismo ha hecho que esta adquiera una lógica salvaje, que no la deja desarrollarse plenamente, que exige su consumo y su reemplazo acelerado, a una velocidad prácticamente imposible de controlar. Como dice Lipovetsky, es el imperio de lo efímero. (Lipovetsky, El imperio de lo efímero. La moda y su destino en las sociedad modernas.)
El destino de la moda es garantizar el más acelerado paso de la esfera de la producción a la del consumo; y de regreso a la producción. Aquí es en donde se unen estrechamente economía y estética, porque la moda es tanto estética de la economía como economía de la estética.
La unión tan estrecha entre capitalismo y moda hace olvidar que esta última coexiste con la misma humanidad. Cada cultura tiene su moda, cada una de ellas organiza de una cierta manera su régimen de la sensibilidad. Más aún, le es indispensable hacerlo, porque esa multiplicidad de formas que son el punto de partida solo existen en la medida en la que se expresan, en la que se vuelcan hacia la realidad y penetran en nosotros, convirtiéndose en el uso diario de nuestra sensibilidad. 

sábado, 28 de abril de 2012

ESTÉTICA DEL DISEÑO 6. CONEXIONES PARCIALES.


El mundo está hecho de conexiones parciales, que son las únicas que existen. Diversas consideraciones tienen que hacerse al respecto. Quiero decir el mundo no está hecho de cosas cerradas, completas, definitivas, sino de partes.
Quizás estamos tan acostumbrados a pensar la relación entre partes y todo que no es difícil escaparnos a esta idea. Lo que dicen las conexiones parciales es que la realidad entera está hecha de partes de partes y no de partes de un todo.
Para el caso concreto del diseño este concepto tiene consecuencias grandes, tanto teóricas como práctica –a la hora de diseñar- La unidad operacional del diseño está conformada por partes que se juntan, desde su semiótica; esto es, forma de la expresión y del contenido; y substancia de la expresión del contenido.
En el momento en que introducimos la idea de parcial en esta semiótica estamos diciendo que los diversos elementos que entran a ser parte de un "objeto" no se agotan completamente, no son absorbidos de modo exhaustivo.
Dos razones sustentas estas conexiones parciales dentro de las unidades operacionales del diseño: los componentes guardan la memoria del mundo al que pertenecían y desde el que han sido tomados; por lo tanto, traen consigo expresiones y contenidos, formas y substancias, de vidas pasadas, de otras unidades operacionales.
Y luego, una vez que está ya construido el "objeto" que se quería, esos mismos elementos están listos para marcharse a ser parte de otras unidades operacionales. Hay aquí una inquietud que no les deja permanecer quietos y que les obliga a desplazarse constantemente.
Además, tenemos un aspecto adicional de las conexiones parciales del diseño. El "objeto" que se ha elaborado se traslada a un espacio en donde tiene que convivir con otros "objetos" diseñados; con estos entra a su vez en una serie de relaciones parciales, que pueden ser tanto de diálogo como de confrontación.
Así, debemos ver el diseño como esa lucha permanente de los "objetos" con las imágenes, interiores, modas, que le circundan. Igual pasa con las imágenes que se colocan sobre los objetos, a su lado, al margen, en pura contigüidad.
Con esto se ha establecido un triple plano de las conexiones parciales del diseño: las que provienen de otras realidades, aquellas de su presente persistente y las que conforman los estados de cosas futuro. (Si quisiéramos darles nombres técnicos podríamos designarlos como: arqueología, momento y tendencia.)

martes, 17 de abril de 2012

ESTÉTICA DEL DISEÑO 5.2. SEGUIR UNA REGLA. EJERCICIO SOBRE LA CERÁMICA PASTO.


Con los elementos que se han desarrollado en los textos realizaremos un primer ejercicio, que consiste en proponer un procedimiento de diseño basado en reglas. Introducimos, además, el concepto de un diseño cyborg, en el sentido de tomar elementos incomparables y compatibles.
A fin de construir este ejercicio tomaremos la cerámica de la cultura pasto, a partir de la cual establecemos la siguiente regla:
El diseño se basa en la cerámica pasto, de tal manera que sea reconocible en el producto final y que, al mismo tiempo, sufra variaciones del tipo que fuere, que introduzca transformaciones significativas en las formas originales.
En esta regla se insiste en alejarse de dos extremos: de la deconstrucción morfológica completa que muestre los elementos geométricos en donde se habrá vuelto irreconocible esta cultura; y la apropiación casi exacta de los motivos cerámicos.
Queremos construir un dispositivo mediante el cual se produzcan cambios en los modelos y, sin embargo, los modelos conserven elementos o aspectos significativos. Se podría decir que la frase que acompañaría al resultado sería: Hecho a partir de la cerámica pasto.
Junto a esta primera regla, introducimos una adicional que tiene que ver con la forma de la expresión:
    Mirar la cerámica pasto como arte cinético.
Hay en esta cerámica una dinámica y un movimiento que son llamativos, que juegan en un delicado equilibrio con el balance simétrico característico de estas culturas. Digamos que esta es la substancia del contenido.
Como una hipótesis de trabajo se podría decir que el delicado equilibrio del cinetismo pasto muestra la fragilidad de unas relaciones que buscaban ser igualitarias y que se negaban a adquirir la forma de cacicazgos; desde luego, ni siquiera hay la sombra de un "estado pasto".
Para sintetizar, tenemos dos reglas, dos culturas: la mestiza latinoamericana globalizada y la cultura pasto que constituyen un diseño cyborg.
Los elementos históricos, arqueológicos, antropológicos y gráficos de la cerámica pasto se encuentran en: www.mindalae.com
Agradecemos al Museo Etnohistórico de Artesanías del Ecuador "Mindalae" por su colaboración con estos materiales.

ESTÉTICA DEL DISEÑO 5.1. SEGUIR UNA REGLA.


Las reglas es un procedimiento que se sigue. Mostremos ahora en qué consiste seguir una regla. Si tenemos:
    1 – 2 – 3 – 4 …..
    2 – 4 – 6 – 8 …..
    1 – 3 – 5 – 7 - 11 …

 

Entonces pedimos que se complete la serie siguiendo la regla correspondiente. Sin embargo, estas reglas al pertenece a la matemática son rígidas. Hay otras mucho más flexibles que se corresponden mejor con el diseño.
Podemos encontrar un excelente ejemplo de esa doble característica de la regla, que permite tanto establecer una norma y abrir un campo flexible de aplicación, en los juegos. En el ajedrez tenemos una serie de reglas: el peón avanza un solo paso a la vez, siempre hacia adelante, cuando come lo hace en diagonal, no puede retroceder, al llegar a la octava fila puede convertirse en una ficha distinta. En el desarrollo del juego, si bien tenemos en cuenta estas reglas, la manera cómo movemos los peones depende mucho más de la estrategia del juego.
Por lo general, no nos detenemos a definir una regla, sino que mostramos a los demás cómo se sigue una regla: el conjunto de procedimientos debidamente especificados y flexibles que conforman la regla que estemos usando.
Si bien seguimos reglas, estas se pueden romper o alterar. Por razones de ejercicio, establecemos un tablero en donde hay solo cuatro caballos y manteniendo la regla del movimiento del caballo, intentamos intercambiar sus posiciones. La ruptura de una regla puede ser momentánea como en el ejemplo del ajedrez o, en algunos casos, da lugar a la generación de una nueva regla.
Cuando establecemos una regla hacemos dos cosas: describimos la regla que seguiremos y acordamos seguirla; esto es, nos comprometemos con los demás y con nosotros mismos a cumplir con la regla tal como la hemos establecido.

lunes, 16 de abril de 2012

ESTÉTICA DEL DISEÑO 5. UNIDADES OPERACIONALES.


Hemos definido una semiótica del diseño que está conformada por la forma de la expresión, la forma del contenido, la substancia de la expresión y la substancia del contenido. Estos cuatro elementos forman una unidad.
Entendemos la unidad operacional como un dispositivo que funciona, en este caso como un diseño que se concreta y entra a ser parte del mundo real o virtual. Cuando hablamos de funcionamiento nos referimos a la serie de procesos tanto para la producción como para su desempeño real.
Podemos tomar el ejemplo de un celular y señalar los procesos de su fabricación, que van desde la materia prima, hasta la elaboración de los chips, sin dejar de lado los aspectos puramente formales del aparato. Una vez listo, podemos llamar, enviar mensajes, conectarnos al internet o golpearlo contra el suelo cuando no obtenemos la respuesta que esperamos. Aquí se ve con claridad el carácter procesual de la unidad operacional diseñada.
Ahora tenemos que dar un paso más y decir que el diseño de las unidades operacionales no solo es procesual sino procedimental. Hay que distinguir entre procesos y procedimientos. Los procedimientos son un tipo de procesos que están sometidos a reglas. De tal manera que cuando diseñamos una unidad operacional seguimos unas reglas.
¿Qué es, entonces, una regla? Una regla tiene en primer lugar una curiosa definición: es aquello que acordamos colectivamente seguir o cumplir. Esto quiere decir que la característica que aparece inmediatamente es el acuerdo entre un grupo o más concretamente, de la comunidad de diseñadores y de la industria cultural en la que está inmersa.
Una regla a más de ser algo que se sigue, es también una norma, una guía para la acción, con una serie de pasos, secuencias, órdenes, jerarquías. (En este sentido, una regla es un dispositivo.) Si colocamos dos elementos en sus extremos, su concepto se clarificará.
Diseñar está lejos de ser una actividad arbitraria, en donde cualquiera pudiera hacer lo que quisiera. Ciertamente que la inventiva y la creatividad son parte esencial al diseño; sin embargo, estas tienen un límite. Por otra parte, diseñar no es algo que esté sometido a leyes inflexibles, que no admitan excepciones y que sean sancionadas. El diseño no es ni arbitrario ni está sometido a leyes; como unidades procedimentales están reguladas por reglas.
Para resumir: las unidades operacionales del diseño están sometidas a reglas, tanto para su producción como para su funcionamiento.

 

 

 

 

 

martes, 10 de abril de 2012

ESTÉTICA DEL DISEÑO 4. CATEGORÍAS PARA EL ANÁLISIS.


La forma diseño: Esta expresión quiere decir que el diseño es una forma; esto es, no algo a lo que se le añade una forma, sino la producción de la forma. Por eso, diseñar es siempre un modo de distribuir la sensibilidad.
Desde luego hay una diversidad de formas: forma arte, formas ancestrales, forma artesanía… forma diseño. Se tiene que caracterizar adecuadamente la forma diseño a fin de diferenciarlas de las otras, aunque comparta elementos.
El núcleo de la forma diseño se encuentra en el paso de la forma valor al valor de la forma, en donde el proceso de diseñar –para dar cuenta de los requerimientos funcionales y estéticos- hacen parte del valor de la mercancía en el proceso productivo de esta. Y desde allí contribuyen a valorizar el valor; es decir, a que la mercancía tenga valor y pueda ser vendida en el mercado.
En el mundo actual la tendencia cada vez más fuerte se dirige al privilegio de la forma sobre la función; consumimos cada vez más la forma y suele quedar en segundo término su contenido, especialmente en los productos de alta tecnología ligados al mundo de la información y de la comunicación.
Digamos, entonces, que el diseño se ha vuelto parte de la economía política del objeto, ya no solo en lo que se refiere al consumo sino a la producción como tal.
Con este punto de partida introduzcamos las categorías que son centrales para el análisis estético del diseño:
  1. Unidades operacionales. (Ian Bogost y el realismo especulativo)
  2. Conexiones parciales entre los componentes semióticos del diseño. (Marilyn Strathern, Partial conections.)
  3. Cyborg. (Donna Haraway, Marilyn Strathern)
  4. Doble vínculo. (Gayatri Spivak)
  5. Régimen estético o régimen de la sensibilidad: dispositivos del diseño. (Rancière)
  6. Educación de la imaginación estética. (Gayatri Spivak)
  7. Pluralización de la estética: estéticas. (Gayatri Spivak, Other Asias)
  8. Economía política del diseño. (Bellofiore)
  9. Tecnología: el encantamiento de la tecnología y la tecnología del encantamiento. (Alfred Gell)
  10. Regímenes de la sensibilidad por áreas del diseño: régimen gráfico, moda, objetos, interiores. (Joan Costa, Graham Harman, David Harvey, Lipovetsky)

EL CONCEPTO DE CYBORG EN MARILYN STRATHERN


El concepto de cyborg ha estado vinculado a la unión de seres humanos con partes mecánicas, cuyo mejor ejemplo son las prótesis. El concepto se ha desarrollado para ser más inclusivo y para reflexionar cómo las nuevas tecnologías de la información y la comunicación nos convierten, en gran medida a todos, en cyborgs.
 Sin embargo, hace falta un concepto mucho más técnico que cubra sus diferentes usos y aplicaciones, especialmente desde la perspectiva de aquello que ahora se llama posthumano. Siguiendo los trabajos de Donna Haraway, Marilyn Strathern avanza sobre la noción de cyborg a fin de generalizar su significado, de tal modo que puede ser aplicado a diversos campos, en su caso a la antropología.

"Melanesian cyborgs: un circuito de diferentes figuras o componentes. Los componentes nunca son iguales a lo que les hace funcionar, que está centrado en la persona." (118)

Para llegar a este punto, hay que introducir fuertemente la idea que la distinción entre natural y artificial no se sostiene más; más aún, se puede decir que no hay nada tan natural como los dispositivos de comunicación que usamos; no hay nada tan artificial como los cuerpos humanos que cada vez más son producidos.

"Un cyborg no es ni un cuerpo ni una máquina, en donde los principios en base de los cuales funcionar sus diferentes partes no forman un sistema único. Sus partes no son ni proporcionadas ni desproporcionadas. Sus conexiones internas constituyen un circuito integrado pero no una unidad singular." (36)

Lo importante es entender en este contexto que esos elementos que entran a formar parte de la nueva entidad tienen un estatuto ontológico diferente: cada uno existe a su manera y por lo tanto son "entidades que están hechas y se reproducen de un modo diferente –tienen orígenes diferentes en este sentido- pero trabajan juntos." (37)
 Por esta misma razón las conexiones que se establecen entre esos distintos componentes son siempre parciales, jamás se agotan dentro de la entidad que forman, de tal manera que "están conectados (pero) no son comparables." (39) El hecho de estar conectado hace que la entidad funcione, en la medida en que el un componente potencia o desarrolla las capacidades del otro.
 Podemos sintetizar lo que se puede entender por cyborg, a fin de que sea aplicable a cualquier campo que vaya desde las clásicas prótesis hasta la antropología, pasando por todas las variantes imaginarias o reales que se den.
 Un cyborg implica:
  • Una relación de prótesis que le permite a otra entidad que desarrollarse y abrirse otros campos de experiencia.
  • Las relaciones entre los componentes son siempre parciales, de tal manera que los elementos no forman un unidad indiferenciada, aunque funcionan.
  • Los componentes pertenecen a órdenes ontológicos distintos; esto es, son formas de vida incomparables, como el caso del cuerpo humano y las prótesis mecánico-digitales: celular, computadora, tablet. Esto es: son compatibles pero no comparables, por eso se pueden conectar para funcionar pero no pueden reproducirse como una unidad.

 

 

 

 

 

 

sábado, 7 de abril de 2012

Estética del diseño 3. Regímenes de la sensibilidad para las áreas del diseño

Digamos ahora que el cuadro semiótico en donde tenemos la forma de la expresión y del contenido, y la substancia de la expresión y del contenido, constituyen una unidad operacional; esto es, actúan como un todo integrado y solo se pueden separar sus partes por razones de su análisis.
Ahora tenemos que discutir cómo se pasa de esta semiótica del diseño a los diseños concretos, tal como lo vemos en la vida diaria y en la práctica profesional. Lo más fácil sería decir que esos elementos de la forma y la substancia pasan directamente al diseño. Sin embargo, no es así. Estos componentes que son una unidad que funciona, para alcanzar un diseño específico tienen que atravesar por un intermediario.
Este intermediario es el régimen de la sensibilidad de una determinada época que actúa colocándose entre el plano semiótico y las cosas diseñadas.

       Plano semiótico -------- régimen de la sensibilidad  -------------- diseños específicos

Más aún para cada una de las áreas tenemos un régimen específico, un intermediario con una características propias, que sirven como condiciones históricas y culturales del quehacer del diseño. (Serán necesarias diversas investigaciones para desarrollar a plenitud estos regímenes de la sensibilidad del diseño. en este momento me limito a ejemplificar tomando las que nos son más conocidas y aceptadas.)

      Diseño gráfico  ---------- políticas de la imagen/imágenes políticas  --------- imágenes

      Diseño de interiores ----- espacio territorializado por el mercado    --------- interiores

      Diseño de objetos ------- predominio de la forma sobre la función  --------- objetos

      Diseño de modas  ------- marcas que definen lo que está a la moda -------- moda estacional

De manera sintética lo que se quiere decir con esto es lo siguiente: las imágenes han adquirido en el mundo actual un predominio por casi sobre todo lo demás; somos una sociedad del espectáculo en donde la imagen termina por ser más importante que la misma realidad.

A su vez el espacio antes que estar definido por alguna racionalidad de los modos de vida que habitan en ella, ha sido secuestrado por los mecanismos de la producción, del mercado, de la sociedad consumo. Los espacios son ahora territorios en donde se compra y se vende, y en los que se han borrado los límites entre lo privado y lo público, lo natural y lo artificial.

En cuanto al diseño de objetos vemos, sobre todo con las nuevas tecnologías de la información y comunicación, que si bien hay que responder a las exigencias de la función, se ha vuelto muchísimo más importante y más rentable ocuparse de la forma, porque en último término esto es lo que se vende y lo que se compra.

Si bien las marcas atraviesan todas las formas del diseño, en ninguna parte cuenta tanto como en el diseño de modas y de textiles. Lo primero que hace un diseñador en este campo es preguntarse cuál es la moda del momento, cuáles son los colores o las tendencias. Solo a partir de allí hace su propuesta. Y son precisamente las grandes marcas internacionales las que imponen lo que está de moda en cada estación e incluso para cada evento.

jueves, 29 de marzo de 2012

ESTÉTICA DEL DISEÑO 2


Con la finalidad de dotarnos de un instrumento metodológico de análisis en el que se vean con claridad los elementos estéticos, utilizaremos un enfoque semiótico que se desprende de los trabajos de Hjelmslev y Caputo, entre otros.
Desde la perspectiva semiótica distinguiremos los siguientes planos: el plano de la expresión y el plano del contenido. Cada uno de ellos será cruzado con otros dos elementos: forma y substancia. De tal manera que tendremos:

 
    Forma de la expresión
    Substancia de la expresión
    Forma del contenido
    Substancia del contenido

 
Hagamos un breve recorrido que nos permita aproximarnos a este modelo semiótico: digamos que cualquier producto del diseño está hecho de una materialidad: vidrio, madera, tinta… y entonces nos encontramos ante la substancia del contenido; esto es, los componentes materiales del diseño.
Lo que hace el diseño –como una de sus tareas centrales- es conferirles a estos elementos materiales una determinada forma; por ejemplo, tomar el plástico y darle la forma de una botella que contendrá agua. A esto proceso le llamamos la forma de expresión.
Ahora bien una vez cumplida la realización de una materia que ha tomado una forma, adquiere un significado; de hecho, un conjunto de significados. Supongamos que se trata de una botella de agua de marca Vivant: surgen sentidos asociados con el deporte, con un personaje público, con el significado de la marca. A este le denominamos substancia del contenido.
Desde luego que el hecho de beber agua embotellada y de marca se corresponde con un estilo de vida, con un modo de relacionarse con la naturaleza. Quiero decir que los momentos que hemos señalado anteriormente, se integran con una cultura determinada en una fase de su existencia; por ejemplo, la sociedad globalizada que nos conduce a privilegiar el agua embotellada y el consumo de las marca. Estamos ya en la forma del contenido.
Semiótica de la botella de agua marca Vivant.



Expresión
Contenido
Forma
Botella con este diseño específico
Globalización de las pautas de consumo
Substancia
Plástico, agua
Vivant: marca de agua embotellada

domingo, 25 de marzo de 2012

EL ARTE COMO CONTINUIDAD DE LA POLÍTICA POR OTROS MEDIOS

Una ruptura esencial al capitalismo y a su sociedad es la que se da entre la razón pura y la razón práctica: de una parte, la necesidad de producir enunciados verdaderos, comprobables respecto de la realidad para apropiarse de esta y transformarla; de otra parte, el carácter ético de los enunciados cuya correspondencia con lo que efectivamente sucede se reduce a un deber ser.
La representación sirve tanto para dar cuenta del primer como del segundo plano: representación rigurosa de las cosas en la mente a través de la ciencia; sistema político "ideal" basado en la delegación de la voluntad general, en la elección de unos representantes.
Es este doble plano lo que entra en crisis en la posmodernidad: la tecnología supedita a la ciencia llevando a su término a la razón instrumental; la democracia burguesa –tal como la vemos ahora- no da más, porque ha incumplido con las promesas contenidas en su imaginario.
El privilegio de la performatividad proviene de esta crisis y se relaciona inicialmente con el discurso científico. (Lyotard, La Condición posmoderna). Por su parte, cada vez más los discurso políticos se distancian de las realidades sociales que pretenden representar; cada vez más la política es el reino del espectáculo y no de la veracidad de sus aseveraciones.
Es esta misma performatividad la que penetra en el arte posmoderno. Las figuraciones dejan de ser el vehículo de búsqueda del encuentro con lo real. Las vanguardias por su parte se devoran a sí mismas al sucederse unas a otras, por la imposibilidad de una idealidad que reemplace a la figuración, cuando esta no tiene reemplazo posible.
De este modo el arte posmoderno privilegia con fuerza la performatividad. Incluso en su actual vertiente canónica, este es uno de los aspectos que le conforma. La performatividad es la esencia del canon posmoderno.
Sin embargo, el momento de mayor éxito de la posmodernidad es igualmente el de su agotamiento, de su crisis: ausencia de criterios para el juicio estético allí en donde todo vale, estética de la banalidad confundida con la experiencia sin límite de la subjetividad, penetración sin resistencia en los mecanismos del mercado.
La performatividad nacida para resolver los problemas irresolubles de la representación –especialmente bajo la forma de figuración-, cree haber resuelto los problemas del arte en la conjunción entre la enunciación artística y la obra de arte, cuando el enunciado tiende a la asignificación y en la realidad concreta no siempre se ha producido una obra de arte.
La unión del concepto con la obra, a través de la mediación de la subjetividad del artista elevado nuevamente a demiurgo, en una continuidad sin ruptura, lleva a la desarticulación del concepto y a la banalidad de la obra de arte.
El arte como continuación de la política por otros medios deja irresuelta la escisión inherente a los seres humanos, entre lenguaje y acción, que han dejado de corresponderse.(Agamben, El Scaramento del lenguaje)
El arte posmoderno performativo finalmente no alcanza ni a decir ni a hacer. Oscila permanentemente entre el exceso de decir que no logra traspasarse al hacer; y un hacer que ha perdido el rastro de lo que se quería decir a través suyo. Ocasionalmente se rompe con el secuestro performativo que es lo único que permite que finalmente haya arte; esto es, que una cierta sensibilidad se ponga en obra con unos determinados significados abiertos a la interpretación.
Como pasa en muchos otros ámbitos, nadie se atreve a decir que el rey va desnudo. O, lo que es peor, se critica a la posmodernidad desde la imposible nostalgia de la modernidad.

¿QUÉ SON LAS ESTÉTICAS CANÍBALES? 1


En la conformación de nuestra identidad andina se insiste mucho en los temas de la relación con el mundo quichua, del cual somos parte y que con seguridad constituye uno de los elementos claves de lo que somos. Está de otra parte, como lo visible y dominanante, la pertenencia a Occidente, aunque estemos ubicados en el Extremo Occidente.
Sin embargo, nuestra pertenencia a la Amazonía está oculta profundamente; ni siquiera hace parte de los discursos retóricos de la nación. Hace mucho que las oligarquías de este país declararon que el oriente era un mito. Efectivamente: el oriente es un mito que nos conforma a pesar nuestro. Y no solo porque una parte del territorio esté en la Amazonía y por los pueblos que habitan allí: shuars, ashuar, huaoranis, entre otros.
Los profundos contactos e intercambios entre la cultura de los pueblos amazónicos y quichuas vienen desde lejos y continúan hasta ahora.
Las estéticas caníbales se inician en este primer reconocimiento: somos pueblos amazónicos. Quizás uno de los pocos elementos que penetraron la "conciencia nacional" –sea lo que esto sea- fue precisamente el tema del canibalismo: los temas de la antropofagia cruzan el imaginario literario, como es el caso del Antropófago de Pablo Palacio y de manera especial los Tsántsicos, como movimiento literario de vanguardia con claras intenciones políticas y no solo literarias. Además, las tsantsas hace parte de los lugares comunes de la cultura comercializada: sus réplicas se encuentran con toda facilidad en cualquier lugar "folclórico", aunque no sepamos qué exactamente representa para nosotros.
Las estéticas caníbales retoman este camino de los Tsántsicos, como apelación a ese suelo amazónico y no tanto en sus propuestas artísticas que ciertamente pertenecen a otro momento de nuestra historia. Se propone mirar el arte, el diseño, las artesanías, los videojuegos, desde esta perspectiva tsánstica; esto es, la necesidad de volvernos otros, de capturar el espíritu del otro –que es un enemigo- para poder ser nosotros mismos.
La identidad atraviesa por la alteridad como uno de sus indispensables elementos constitutivos.
Desde luego tomamos en cuenta también a Oswald de Andrade y el Manifiesto Antropófago, nuevamente no tanto en sus planteamientos específicos sino en la estrategia de regresar hacia el mundo amazónico para pensar desde él.
Las estéticas caníbales reafirman nuestra voluntad de someter al arte y al diseño occidentales y convertirlos en tsantsas: aprender de ellos, reducir sus cabezas y colocarlas en la cintura. Volvernos otros para poder ser nosotros mismos.