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martes, 8 de octubre de 2019

PRONUNCIAMIENTO DE TAREA URGENTE ANTE LOS ACONTECIMIENTOS EN ECUADOR

TAREA URGENTE
Boletín No. 1.

UN DÍA ANTES DEL PARO NACIONAL
8/10/2019
Las posiciones se han radicalizado: el gobierno se mantiene en su decisión de no revisar la subida de los combustibles; los manifestantes profundizan su lucha. Más de una década de protesta social amordazada, de movimientos sociales partidos por la política correista, de la imposición del miedo, las masas estallan en las ciudades y en el campo.

La violencia que se ha hecho presente se origina en el crecimiento de la pobreza, del trabajo precario, de la marginalidad, en la agresión a las mujeres, en la negación del derecho al aborto por violación, en el racismo, la xenofobia y, desde luego, grupos de delincuentes que aprovechan de la situación. Es el Estado y este gobierno el principal responsable de la violencia, el que la genera, la alimenta, junto con la extrema derecha del Ministro de Defensa que ve en todas partes terroristas y anuncia que va a salir a matarlos. Rechazar las interpretaciones conspirativas que utilizan todos los gobiernos contra la movilización popular.

Hay que denunciar el discurso de los partidos políticos de derecha que junto con los empresarios se han tomado la prensa nacional, especialmente los medios televisivos, en donde no se muestra la resistencia del pueblo ni se denuncian las agresiones de policiales y militares contra los manifestantes.

Desde las direcciones de los movimientos obreros, indígenas, campesinos, juveniles se tiene que organizar y educar a las bases, para evitar la infiltración de sectores violentos. La que proviene de la delincuencia solo se puede combatir a largo plazo erradicando la pobreza y creando trabajo. Ahora es tarea policial.

Por esto, es indispensable que se conforme una gran coordinadora de la lucha a nivel nacional, que integre a todos los sectores levantados y que haga demandas y pronunciamientos claros, tanto en la parte económica como política. Hay que canalizar el movimiento espontáneo del pueblo y diseñar estrategias apropiadas para continuar la lucha.

Estrategias que deberían estar orientadas a:

1.      Coordinar las luchas y lograr que estas sean eficaces en lograr sus metas: la derogatoria de las medidas económicas. Y por esto, formar una Coordinadora Nacional de Resistencia.

2.      Declarar insistentemente que nos diferenciamos de la violencia delincuencial y llamar a los sectores sociales a organizar y educar a sus bases para evitar este tipo de acciones. Estas acciones solo le dan argumento al gobierno para justificar la represión.

3.      Proponerse un objetivo político claro: ante la negativa del gobierno a derogar las medidas, Muerte Cruzada para que se vayan todos. Esto adelantaría las elecciones y allí habrá que dar la batalla, aprendiendo de lo que nos ha pasado en estos años, para luchar por un gobierno obrero, indígena y de los movimientos sociales.

4.      Cuestionar a los partidos políticos y a sus dirigentes que o bien han salido a defender las medidas o han tratado de proponerse como mediadores en busca de una pretendida “paz” o nos llaman a la resignación. Tenemos que decirles que no olvidaremos que el momento de lucha y defensa del pueblo estaban escondidos, temerosos.

5.      Insistir que esta lucha no es correísta y que es la continuación de la lucha del pueblo contra la descomposición de Alianza País entregada a los empresarios.


FUERA EL FMI DEL ECUADOR
DEROGATORIA INMEDIATA DEL ALZA DE LOS COMBUSTIBLES
NO A LA REFORMA LABORAL
MUERTE CRUZADA AHORA: ¡QUE SE VAYAN TODOS!
POR UN GOBIERNO OBRERO, INDÍGENA, CAMPESINO Y DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES 

lunes, 7 de octubre de 2019

EL TIEMPO TARDÍO EN EXÓTICA DE JUAN CAMPOVERDE


Artículo de análisis de la obra musical, exótica,  de Juan Campoverde:

https://mega.nz/#!0llWUYSA!NTYlX5TcU684wYmydEgk3n3HRCay500NMTEZFTVyYnw




martes, 3 de septiembre de 2019

FILOSOFÍA DE LA MÚSICA


CURSO DE FILOSOFÍA DE LA MÚSICA:

Nicolás Rojas
Carlos Rojas

Sílabo, texto, materiales bibliográficos y audios en:

https://mega.nz/#F!AptXTKaC!zCKzhHjxKRvdu7Aq7MmsQg

miércoles, 14 de agosto de 2019

lunes, 5 de agosto de 2019

ONTOLOGÍA MAYA Y AZTECA


ONTOLOGÍA MAYA Y AZTECA

Reflexión sobre las principales orientaciones de las ontología maya y azteca:

https://mega.nz/#!5g1QEYCY!toKQyyN-b-pu4jmjXEuAgxsIPlWiYgDW7lk6sazMFcY




sábado, 18 de mayo de 2019

LA ÉTICA DEL PSICOANÁLISIS



Lacan, Jacques, El Seminario. La ética del psicoanálisis 7, Ed. Paidós, Buenos Aires, 1988, pp. 9-25.
Al fin de cuentas, ¿para qué sirve el psicoanálisis?, ¿tiene algún sentido seguir practicándolo?, ¿tiene que decirnos algo a nosotros y a nuestros contemporáneos? Desde esta perspectiva, Lacan constata la persistencia del sentimiento de culpa, incluso por encima de la obligación moral. Y esto conectado al deseo, que no ha podido ser liberado.

Pero, no se trata simplemente de escapar del sentimiento de culpa; sino, que tenemos que entender el deseo como “una demanda humana”. (16) En el núcleo de esta demanda se encuentra el sufrimiento y la ignorancia, que es hacia donde se dirige el psicoanálisis.

Así, la ética del psicoanálisis se plantea tres ideales: el primero tiene que ver con lo erótico y dentro de este campo, con la necesidad de dilucidar: “¿Qué quiere una mujer? Más precisamente - ¿Qué es lo que ella desea? - “(18) No estamos seguros de haber alcanzado una respuesta satisfactoria.

El segundo ideal es el de la autenticidad, no en el sentido de distinguir entre sujetos auténticos y otros que no lo serían; sino, en la autenticidad del psicoanálisis, que tiene que ver con la batalla por el desenmascaramiento de todo aquello que se encuentra sumido en las sombras. El tercer ideal, es el de la no-dependencia; esto es, “una suerte de profilaxis de la dependencia”. (19)

Estos tres ideales se sintetizan en “una profundización de la noción de lo real”, que es hacia dónde estamos orientados los seres humanos. (21) Un orden de lo real que se nos muestra como “terrible” en el mundo actual, como si el tiempo estuviera retrocediendo, especialmente con el ascenso del fascismo y la ultraderecha en todo el planeta.

Pero, lo real que no está separado del orden simbólico, del plano “ficticio”. Ficticio no quiere decir que sea un engaño o una mentira, sino que la “verdad tiene una estructura de ficción” (22) y esto nos lleva a la manera en que el orden simbólico “traduce” la realidad para presentársela al imaginario. La simbólico elabora su propia aprehensión de la realidad. No es simplemente la realidad, sino la realidad vivida por mí o por el Otro y convertida en lo real.

En este momento, volvemos a encontrarnos con el deseo y con la comprensión de la “dimensión esencial del deseo, siempre deseo en grado segundo, deseo del deseo”. (24) Desde este punto de partida, estamos preparados para “aportar, ya no a tal o cual, sino a la cultura y a su malestar”. (25)
Sin esta dimensión, el psicoanálisis se quedará preso de “tal o cual” situación concreta, análisis específico y no tomará en cuenta de que, a través del otro, está enfrentado con la ley, con el Nombre del Padre, con el orden o desorden social.

El psicoanálisis no puede prescindir de la ética y trabajar en los vínculos que unen un sujeto particular con la cultura, en donde se relaciona la falta con la enfermedad, el plano ético con el psicoanalítico y que este último, contribuya a devolver la capacidad moral a aquellos sujetos que, por su morbidez, se encuentran trabados en su libertad.

LO SIMBÓLICO Y EL LENGUAJE



El Seminario 3. La psicosis, Ed. Paidós, Buenos Aires, 2000, pp. 50-63

Lacan vuelve a la vieja palabra: locura como sinónimo de psicosis; la comprensión y tratamiento de esta, será uno de sus principales aportes. Y en este contexto, el lenguaje juega un papel fundamental: “Los detengo aquí un instante para que sientan hasta qué punto son necesarias las categorías de la teoría lingüística…”, especialmente significado y significante, metáfora y metonimia. (51)

Y comienza preguntándose por la significación, que no puede reducirse a la cosa que le sirve como referente. La significación remite constantemente a “otra significación: “El sistema del lenguaje, cualquiera que sea el punto en el que le tomen, jamás culmina en un índice directamente dirigido hacia un punto en la realidad, la realidad toda está cubierta de la red del lenguaje”. (51) Las palabras llevan a otras palabras y estas se insertan en un campo de significaciones amplísimo.

El delirio sería esa maquinaría que lleva de una significación a otra, sin descanso, y que encuentra significados ocultos que no puede descifrar; porque, efectivamente, se refiere a la dificultad que tiene una persona de decir, de alcanzar una determinada significación. Y como no puede llegar a su destino, comienza a circular en torno a una multiplicidad de significantes existentes o inventados como neologismos.

Por esto, cuando nos enfrentamos a la locura es indispensable poner atención al discurso y analizar de qué manera se están entrecruzando significados y significantes en el delirio. Se trata, por lo tanto, de quedarse frente al paciente “en el registro mismo en que el fenómeno aparece, vale decir en el de la palabra”, (56) Confrontar con la palabra los problemas de la palabra, entender el discurso, no en cuanto sus significaciones superficiales, sino en la medida que muestran la dificultad del encuentro entre unos significados que no alcanzan a decirse y unos significantes que vagan delirantes.

Hay que tomar en cuenta que, desde la perspectiva del lenguaje, “Hablar es, ante todo, hablar a otros”, que es una cuestión clave. (57)   E implica que los otros me hablan, que hago hablar a los otros, en donde, además, cabe que sea verdad o mentira lo que digo y lo que dicen.

La aparición del Otro, que me habla, pero que está allí, fuera de mí, que lo “reconozco” pero “no lo conozco”, que se me escapa en su alteridad radical. Lacan denomina A a este Otro Absoluto. Y como se dirá mucho más adelante, termino por hablarme a mí mismo con las palabras de este Otro. La lengua es hablada por otros, que forman esa red en donde existo y hablo.

De esta manera, se ha establecido una relación entre el Otro, que me habla, y el otro, con minúscula, que soy yo, que se supone que conozco lo que me pasa, de qué estoy hablando y lo que significa. La comunicación entre Otro y otro puede fallar, abrirse un hueco que impida que nos comuniquemos. El otro, que soy yo, hará todo lo posible para rellenar este agujero, aun a precio de delirar. Quedan, entonces, las preguntas fundamentales:

“ … en primer término, ¿el sujeto les habla?; en segundo, ¿de qué habla?”. (63)