STÉPHANE VINOLO, LA
FENOMENOLOGÍA DE LA DONACIÓN COMO RELEVO DE LA METAFÍSICA.
(Puce, Quito, 2019)
Entre los distintos
fenómenos que pueden darse, aparece este que se denomina: saturado, y que su primera
característica es que rebasa al concepto que trata de aprehenderlo, que no
puede estar contenido todo en él: “Al desbordar el simple concepto, sin ser
precedido por él, el fenómeno saturado es imprevisible. No es iterable: al
surgir la singularidad absoluta…” (105)
Y tiene relación
inmediata con un fenómeno que no emerge primero de la comprensión del sujeto,
sino que “se da de sí-mismo y en sí-mismo” (105), previo a toda
conceptualización. Es el don puro el que tiene, de manera preeminente, este
carácter de saturado, que le lleva a mostrarse de un modo “radicalmente nuevo,
puesto que ya no se da en la medida en que se muestra…” (107)
El conjunto de fenómenos
saturados, acontecimiento, ídolo, carne, ícono, tienen su realización en
aquellos “fenómenos de la revelación”, que “llevan la lógica de la saturación a
su límite extremo”. (111)
Antes de continuar con
la revisión de dichos fenómenos, es preciso quedarse un momento en estas
grandes afirmaciones que tienen implicaciones de fondo y que es preciso aprehenderlas
correctamente. Admitiendo provisionalmente que efectivamente existieran estos
fenómenos saturados, ¿qué son realmente? ¿De qué manera escapan a la
conceptualización y, sobre todo, cómo vuelven a ella?
Lo primero que se
cuestiona en este caso es la coincidencia plena entre fenómeno y concepto, de
tal manera que no se da el caso de que una serie de nociones o teorías puedan
agotar dicho fenómeno, sino que este siempre los rebasa. Esto no significa que
el fenómeno deje de ser comprensible, sino que hay un exceso de significación.
Pero, ¿crea esto una
región de irracionalidad en donde hay fragmentos de lo existente que no pueden
ser entendidos? Si no me equivoco en la lectura de Vinolo, hay dos cuestiones
que permiten evitar este riesgo: el fenómeno saturado se da a sí mismo y en
este darse permitiría ser captado, al menos en parte, sin que se le pueda
agotar. Este libro de Vinolo sería, en este sentido, una manifestación parcial
de ese darse; y en cuanto es revelación, crea no solo la comprensión que se
pueda tener de él, sino que produce el sujeto que lo capta, porque este emerge
en ese fenómeno de la dación.
Añadiría, por mi parte,
que esta no coincidencia plena entre fenómeno y concepto, es la norma, pero que
esto no lleva siempre en dirección de un fenómeno saturado, sino que remite a
las conexiones parciales que estos elementos tienen. Los fenómenos
pueden ser pensados desde diversas teorías; pero, al mismo tiempo, nunca fenómeno
expresa de manera completa unos determinados conceptos. Estas conexiones
parciales establecen relaciones de doble vínculo entre ellas, así estamos
viajando constantemente de una interpretación parcial a otra.