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martes, 6 de agosto de 2024

EL TIEMPO TARDÍO EN EXÓTICA DE JUAN CAMPOVERDE


 


Fig. 1. Pág. 1, compases 1 al 6. Ritardandos como transición entre secciones.


El artículo completo se puede leer en:

https://drive.proton.me/urls/1XFCVGXZ8G#rDpzbjnFAS05

Escuche la obra en: https://soundcloud.com/juancampoverdeq/exotica-for-ensemble-2017


Tenemos grandes dificultades en Latinoamérica en apreciar adecuadamente la música académica contemporánea, a pesar de la producción valiosa que hay en este campo. Nuestros músicos se ven obligados en muchos casos a exiliarse con la finalidad de poder componer y de ser interpretados.

El predominio de la música comercial, de la moda del consumo inmediato, no deja espacio para estas otras manifestaciones. Se torna indispensable que contemos con programas educativos que aproximen al gran público, y sobre todo a las nuevas generaciones, a esta música que les permitiría acceder a experiencias significativas, alejadas de la banalidad del mundo actual.

Por esto, he creído que hace falta un estudio riguroso sobre estas obras que contribuya a aproximar al público estas producciones, como es el caso de exótica; y que, más allá de lo acertado o no de las hipótesis, sea el inicio de diversas reflexiones y debates. Incluso hace falta que los músicos ecuatorianos se abren a estas manifestaciones de la música académica contemporánea y dialoguen con ella desde sus diferentes campos.

En el caso concreto de exótica, el recorrido realizado ha tenido la intención de mostrar las homologías estructurales formales entre los procesos culturales del mundo actual derivados del capitalismo tardío y las estructuras musicales de la obra, que abrieron entre estos dos mundos a la posibilidad de su interrelación, explicitando aquello que se encontraba oculto.

Los hallazgos principales que arroja el estudio han sido: mostrar que la temática de la constitución de la nación ha entrado en una crisis que difícilmente podrá ser resuelta, porque en la realidad no encuentra un camino de salida en un mundo globalizado; señalar que esto ha conducido al predominio de la negatividad, del momento negativo, que no es una posición filosófica sino el reconocimiento del carácter destructivo de la sociedad y de la naturaleza por el capitalismo tardío, que he denominado, un cierto nihilismo histórico.

Cerrado el camino de la representación de la nación y las nacionalidades, exótica se abre hacia otra problemática, que subsume y atropella a la anterior: los efectos de la temporalidad tardía del capitalismo sobre el modo de vida contemporáneo.

El trabajo ha mostrado de qué manera se inserta esta obra en la problemática de la conformación de la nación ecuatoriana y de sus nacionalidades; esto es, un proceso en crisis permanente que finalmente lo logra una resolución. La música académica ha intentado recurrir a esta nación para encontrar sentido a su exilio, sin embargo, allí solo ha encontrado un vacío. Es desde este vacío que se compone la obra que significa, al mismo tiempo, el cierre de una ciclo y la apertura de otro.

Así encontramos tanto en este carácter tardío del capitalismo como en exótica elementos formales estructurales que, en su nivel de abstracción, se relacionan, permitiendo que los significados de la obra se vuelvan patentes. Entonces, hablamos de distorsiones temporales, aceleración, tiempos heterogéneos, desquiciamiento intempestivo, carácter efímero, que se expresan en la obra y que la obra expresa, en un ir y venir desde el carácter tardío de la época a los componentes musicales de la obra.

 

martes, 30 de julio de 2024

AVET TERTERIAN: CANTAR A LA NACIÓN ARMENIA.

  

A la memoria de María Terterian

Hija de Rubén Terterian, nieta de Avet Terterian.

Ante su partida recomiendo escuchar la Tercera Sinfonía de Avet Terterian:

Primer movimiento: https://cugateclassics.bandcamp.com/track/avet-terterian-symphony-no-3-i-movement-no-1

Segundo movimiento: https://cugateclassics.bandcamp.com/track/avet-terterian-symphony-no-3-i-movement-no-2

Tercer movimiento: https://cugateclassics.bandcamp.com/track/avet-terterian-symphony-no-3-i-movement-no-3

 

Aproximarse a la obra de Avet Terterian es una tarea difícil; al parecer tendríamos los núcleos hermenéuticos claramente establecidos, tanto por sus propias declaraciones como por los análisis que se realizan en torno a su música; sin embargo, queda un sentimiento de insatisfacción, de insuficiencia.

Para decirlo de manera esquemática, la hipótesis central sería que su música, huyendo del realismo socialista y afirmando su carácter profundamente armenio, se inclinaría hacia la espiritualidad oriental como crítica a Occidente, que retoma motivos de la música eclesiástica armenia de los inicios de su cristianismo. Estos elementos están presentes en su música, pero no bastarían para su comprensión.

Quizás lo primero sobre lo que hay que insistir es en la distancia entre el autor y su obra; si bien es necesario tomar en cuenta lo que el artista dice de su música, esto no significa que haya una suerte de privilegio epistemológico en el acceso a su producción; por el contrario, hay mucho más en las obras de arte que aquello que se declara por parte de los artistas. Y creo que este es el caso de Terterian.

Pero ¿en qué dirección iría una aproximación a la música de Terterian más allá de la interpretación “estándar” y de sus propias aseveraciones?  El punto de partida, en el cual todos estamos de acuerdo, es el carácter armenio de su música, cuestión que él reivindicaba constantemente. ¿Cuál es el significado de este ser armenio?

Fenomenológicamente está la introducción de instrumentos como el duduk y la zurna, los elementos de la música coral cristiana, que se pondrían al servicio de lo espiritual y lo religioso, tal como sucede en Kancheli, Gubaidulina, Arvo Part; pero esta es la hipótesis que debería ser cuestionada:

 ¿Cómo llega a esto él? ¿Cómo podemos explicar una influencia tan fuerte? Me parece que la cualidad más importante de este artista es su capacidad de evocar la sonoridad viva, perceptible a las esferas gigantes del alma humana. La valentía, proveniente de la certeza de que el camino al subconsciente pasa por la vía al superconsciente.” (Terterian 48)

¿Qué yace detrás de estos fenómenos de superficie?, ¿qué “dice” efectivamente su música?, ¿cómo prolongar hacia otros espacios su música, hacia otras temporalidades? Entonces, hay que acudir a otra hipótesis de trabajo, que tendrá que ser confrontada con su música en sus aspectos filosóficos y técnicos.

Esta hipótesis se enunciaría de la siguiente manera: su música intenta “narrar” la nación armenia, pero esta narración, como lo muestra la historia del pueblo armenio, es “imposible”. Una “nación imposible” por los genocidios, el sometimiento al estado soviético y ahora, al capitalismo tardío; una nación existiendo siempre al borde, al filo de la historia, en peligro permanente de desaparecer.

Su música, antes que ir en dirección de un espiritualismo oriental, se instala de lleno en este doble vínculo que lo aprisiona: de una parte, la insistencia en “narrar y cantar la nación” armenia y de otra la imposibilidad de llevar a cabo esta tarea histórica.[1]

Terterian no resuelve la tensión, no se entrega a una suerte de utopía de lo armenio; por ejemplo, huye de cualquier folclor o de la exaltación de lo armenio; pero, tampoco se somete sin más al opresor que no ha dejado de triunfar. Terterian resiste una y otra vez; y esta sería la secuencia tortuosa y torturante de sus sinfonías, que deberían ser escuchadas desde este “clave.” La temporalidad como aspecto inherente a sus sinfonías tendría que analizada en este registro, como esa batalla de “subtemporalidades” enunciadas en el doble vínculo: “La organización temporal de la forma sinfónica muestra el resultado de la interpretación de Terterian de los sonidos como la fuerza dominante en la construcción de un sistema complejo interactivo de subtemporalidades”. (Reece)

Así que su respuesta, en su música, no sería: acudamos a una suerte de espiritualidad oriental, quedémonos en la meditación; sino: hay que resistir, porque “mientras hay vida, hay esperanza” –Dum spiro, spero-, sin concesiones fáciles, sin resolución de las tensiones, sin escapar de las contradicciones.

Podemos leer sus declaraciones siguiendo esta hipótesis de trabajo: la Tercera Sinfonía muestra este “insano, insano mundo” que imposibilita la existencia del ser armenio, que saca a la luz “algún poder desenfrenado, el cual es imposible de parar, precepto espantoso del tiempo, que domina todo, que todo lo absorbe, crea y destruye”, que es tanto el socialismo real como el capitalismo tardío, como “la histeria de nuestro siglo”.

No hay triunfo ni alegría posibles, sino “absurdo” y “vacío”, que provienen de esa imposibilidad de ser de la nación y de “narrar y cantar” la nación armenia, en donde no alcanzamos a darnos una explicación racional: “no se puede percibir claramente por qué”. (Sánchez)[2]

Hace falta añadir un aspecto más la hipótesis de trabajo, que tiene que ver con la “universalización” de su música que, desprendiéndose del carácter armenio, es la metáfora de toda nación oprimida; o, si se prefiere, de la imposibilidad es estas naciones que no pueden existir ni en la esfera rusa ni en la incorporación del capitalismo tardío.

La condición trágica del pueblo armenio es la condición trágica de las naciones oprimidas. Por este motivo, también puede servir de guía interpretativa para la música académica contemporánea ecuatoriana. En el caso del Ecuador, esta música también diría acerca de la “nación” y de las “naciones” oprimidas que la conforman; su carácter altamente abstracto y atonal haría referencia a la manera en que compositores como Rodas, Juan Campoverde o Diego Uyana, entre otros, “cantan a la nación”, huyendo de cualquier estrategia cercana al folclor. 

Una música abstracta que ironiza y que expresa el malestar de una “nación” que lleva el nombre de una línea imaginaria y que se levanta sobre una  pirámide de formaciones imaginarias. Contra estas abstracciones salvajes de su “identidad”, la música académica contemporánea levanta su propuesta que, como en el caso de Terterian, no puede sino instalarse en la imposibilidad de “narrar” la nación.

 

Bibliografía.

 

Bhabha, Homi. El lugar de la cultura. Buenos Aires: Manantial, 1994.

Butler y Spivak. Who sings the nation-state. Language, politics, belonging. New York: Seagull Books, 2007.

Reece, Elena. Discovering Avet Terterian. s.f. 20 de Mayo de 2016. <http://ams-sw.org/Proceedings/AMS-SW_V3Spring2014Reece.pdf>.

Sánchez, Angelita. «Pensamiento estético en el compositor armenio Avet Terterian.» (2014).

Terterian, Rubén. «La sinfonía del gran silencio.» Disputatio Philosophical Research (2012): 39-55. Digital. <www.disputatio.eu>.

 



[1] Provisionalmente introduzco estos elementos de la “narración” de la nación que retomo de Homi Bhabha y de “cantar” la nación de Butler y Spivak. (Bhabha) (Butler y Spivak)

[2] Avet Terterian, citado por: Sánchez, Angelita, Pensamiento estético en el compositor armenio Avet Terterián, (inédito). Transcribo la cita completa: “Insano, insano mundo” de la tercera parte... aquí hay un poco de triunfo y domina una atmósfera de baile cósmico. “Esto es el baile insano” - si hablamos con palabras de Charents... Está presente algún poder desenfrenado, el cual es imposible de parar, precepto espantoso del tiempo, que domina todo, que todo lo absorbe, crea y destruye... En la tercera parte hay algo de la histeria de nuestro siglo, en la unidad en la unificación del pasado, presente y futuro. Y de repente, nuevamente la “salida” a mayor, parece que el triunfo es firme y quizás uno puede sentir alegría allí, pero personalmente no creo en ello. Aunque el mayor se corrobore esencialmente no hay alegría en el absurdo, se vislumbra un vacío. Golpean los platillos y parece que ellos desprenden alegría, pero no se puede percibir claramente por qué. Hay algo falso a propósito ahí. Y no es por casualidad que en la ruptura de la culminación, otra vez aparezcan reminiscencias del “diálogo” entre los trombones y el monólogo del Duduk. Esto brinda a la gente un tiempo para comprender la verdad de la existencia, la idea de la vida y la muerte…”

 

martes, 23 de julio de 2024

Diálogo con la multitud. Awagadin Pratt.

 

 


 

Se puede escuchar en Bandcamp: https://awadaginpratt.bandcamp.com/album/stillpoint

El viernes 25 de agosto de 2023, el internacionalmente aclamado pianista Awadagin Pratt, conocido como "uno de los grandes y distintivos pianistas y directores estadounidenses de nuestro tiempo" (NPR All Things Considered), y elogiado por su "enorme rango dinámico [que] abarca desde la grave quietud hasta el inmenso trueno" (Boston Musical Intelligencer), lanza su nuevo álbum, STILLPOINT, via New Amsterdam Records. STILLPOINT es una colección de seis obras recién encargadas de profunda gracia, poder y profundidad, compuestas por un grupo de compositores estilísticamente diversos para piano (Pratt), orquesta de cuerda (A Far Cry), y un ensamble vocal (Roomful of Teeth).

 

En el segundo track, Code, compuesto por Paola Prestini, escuchamos la confrontación entre el piano y las cuerdas. Luego, hay momentos de calma en donde parecen acompañarse y superponerse; más aún, las cuerdas pretenden ponerse en primer plano, únicamente para enfrentarse al piano que con toda la fuerza reclama su lugar, la de aquel que cuenta la historia en la que, además es el protagonista. El piano exige que las cuerdas sigan su rastro y se supediten a la melodía que él se encarga de ampliar, indagar, recorrer.

Hay momentos en que ambos bajan la voz, aunque manteniéndose cada uno sin dejar que queda una sola voz; y otra vez regresa la oposición, que en algunos momentos encuentra una tregua.

La voz nítida del piano no es otra que la del sujeto que irrumpe en el escenario y que dice de manera altiva: “yo, yo estoy aquí”. Impone su historia contada en el ir y venir de la melodía, en la redundancia de una existencia quizás muy conocida; pero, en donde lo fundamental es que se narra en primera persona.

Sin embargo, esta afirmación subjetiva y potente siempre tiene frente a sí a la multitud, al colectivo que por más esfuerzos que haga no desaparecerá. Fingirá ponerse en segundo plano, aceptará momentáneamente ser el personaje secundario. Tarde o temprano es el piano el que termina siguiendo el rastro de la cuerdas.

Porque todo diálogo lo hacemos con la multitud, hasta desembocar en el reconocimiento de que no somos sino una condensación efímera del colectivo que colapsa en un individuo, el que tarde o temprano tiene que regresar a su origen, a pesar de que se resista, tal como escuchamos hacia el final del track en donde escuchamos la aceptación melancólica de lo que somos.

lunes, 15 de julio de 2024

EL PORVENIR DE LA BELLEZA. MISSY MAZZOLI, SONG FROM THE UPROAR.

 


 

Se puede escuchar en: https://missymazzoli.bandcamp.com/album/song-from-the-uproar

New Amsterdam Ensemble lanzó el disco de Missy Mazzoli con su ópera de cámara Song from the Uproar: The Lives and Deaths of Isabelle Eberhardt en 2012. Concebido en colaboración con el cineasta Stephen Taylor, la directora Gia Forakis y el libretista Royce Vavrek, el álbum es una grabación original del elenco con las actuaciones de la mezzosoprano Abigail Fischer, NOW Ensemble, el director Steven Osgood, Celine Mogielnicki (soprano), Amelia Watkins (soprano), Kate Maroney (contralto), Tomas Cruz (tenor), Peter Stewart (barítono).

 

La posmodernidad llevó a pensar que la belleza no es consustancial al arte y que este bien podría prescindir de sus expresiones y teorizaciones; especialmente en el campo de las artes plásticas terminó con convertirse en un dogma con resultados harto problemáticos, como se puede ver en la crisis que este campo enfrenta.

Por esto, cabe preguntarse a dónde ha ido a parar la belleza cuando es expulsada del arte; y consecuentemente ¿cuál es el porvenir de la belleza en caso de que tenga alguno? Comencemos diciendo que la belleza no puede ni debe ser expulsada del mundo. Si se la echa de alguna esfera, volverá con mucha más fuerza a través de otros medios y campos.

La belleza expulsada de las artes plásticas retorna en el diseño, la moda, el interiorismo y en la oleada de prácticas estéticas destinados a la belleza personal, que van desde la vestimenta hasta el maquillaje y que incluyen también la cirugía plástica. Ciertamente, un campo secuestrado por la sociedad de consumo.

Pero, combatir el consumismo no tiene que confundirse con la eliminación de la belleza; sino, con replantearse cuál es su lugar, forma, de qué manera cada cultura entiende y produce su propia belleza; y considerarla con un bien común, un derecho universal de todas las culturas y personas.

Song from the Uproar es un magnífico ejemplo del ejercicio de la belleza en la música. Esta ópera de cámara ubicada en el amplio campo de las corrientes neomelódicas nos lleva hasta el mundo de Isabelle Eberhardt y su viaje físico y espiritual desde el mundo europeo hasta la cultura árabe, recreando la experiencia estética de la hermosura del encuentro con una cultura radicalmente distinta.

En este sentido, reintroduce la belleza en esta fea realidad en la que vivimos.

domingo, 30 de junio de 2024

Temporalephs

 


Artista: Sinfauxnee Adrift de Oonagh Kkhonnung


El album Temporalephs se puede escuchar en Bandcamp: https://themuseumofviralmemory.bandcamp.com/album/temporalephs

Este álbum forma parte de la discografía de The Museum of Viral Memory y fue lanzado en el 2022. El ejercicio musical que propone se lanza a trasladar la idea original del Aleph de Borges, en donde todos los espacios podían verse al mismo tiempo; de esta manera se observaba el universo entero desde un solo lugar, hacia la temporalidad:

Una hazaña incomprensible, más allá de la imaginación humana, el Aleph nos llevó a preguntarnos si no seríamos capaces de encontrar un primo del Aleph, el Aleph Temporal, un punto donde un alma puede permanecer y no mirar todo el espacio en ese momento. sino más bien mirar hacia todos los tiempos en ese espacio. Esto es algo en lo que nosotros, como humanos, parecemos mucho más expertos: mirar el tiempo como si siguiera un camino recto, una flecha, mirar hacia adelante y hacia atrás a lo largo de la línea de tiempo e imaginar muchos, tal vez todos ... más”.  

El largo intento de rastrear todos los recorridos del tiempo se despliega en largos tracks que van desenvolviendo los temas musicales, como hilos de Ariadna orientadores en medio del laberinto temporales. Pacientemente nos dejamos llevar por sus secuencias, retrocesos, altibajos, y percibimos que los recorridos son, en realidad infinitos y que estamos ante una tarea imposible.

Entonces, la música de Sinfauxnee Adrift de Oonagh Kkhonnung realiza un recorrido asintótico de constante aproximación a la serie temporal, sin poder alcanzarla nunca. Vamos detrás del tiempo y cuando creemos haberlo atrapado ya se ha fugado, como la vida misma.

Una particular interpretación de Temporaleph se encuentra en 127 de Phonux, como colaboración incluida en el track 21. Quizás este es el que mejor interpreta esta búsqueda de todos los caminos del tiempo, pero proveyéndolo de una cualidad extra, en el diálogo entre la cuerdas y la percusión, que significan el ritmo marcado de los pasos que no se detienen y las sensaciones que nos asaltan en cada uno de los recorridos. (https://themuseumofviralmemory.bandcamp.com/track/127-a-temporaleph-by-phonux).

La percusión insiste.

La cuerdas dudan.

lunes, 7 de octubre de 2019

EL TIEMPO TARDÍO EN EXÓTICA DE JUAN CAMPOVERDE


Artículo de análisis de la obra musical, exótica,  de Juan Campoverde:

https://mega.nz/#!0llWUYSA!NTYlX5TcU684wYmydEgk3n3HRCay500NMTEZFTVyYnw