Density
de Leo Okagawa, estrenada el 10 de mayo del 2024 en
Dissipatio, que sintetiza de esta manera el trabajo del artista:
"Density"
es el álbum que se centra en ritmos eléctricos. Entre tonos, silencios y
ritmos, Leo Okagawa explora la densidad. Leo Okagawa es un artista sonoro
afincado en Tokio, Japón. Realiza obras de collage de varias capas a partir de elementos
de sonidos grabados, ruido de máquinas analógicas y tonos eléctricos simples. También
ha estado trabajando en una performance improvisada desde 2017. El uso de
algunos dispositivos electrónicos explora las posibilidades estructurales del
sonido a través de la combinación de tonos simples. En 2022, fundó su propio
sello discográfico "zappak", y ha estado publicando música de otros
artistas en CD. Dissipatio:
https://www.facebook.com/Dissipatio
El álbum de Leo Okagawa, Density, se
puede escuchar en Bandcamp: https://protocell.bandcamp.com/album/density.
Esta primera
aproximación a la obra Density propone una lectura que vaya en una doble
dirección: la primera, análisis e interpretación desde la filosofía de la
música, que no se quede exclusivamente en las sensaciones que provoca y en la
sensibilidad que desencadena, aunque este sea el punto de partida; sino que avance
y muestre de qué manera esta obra se esta refiriendo a nuestro tiempo y qué
puede decirnos sobre este, con sus propios medios. Para este fin será necesario
concentrarse en las dualidades entre ritmo y arritmia, y sonido y ruido.
En segundo
lugar, oír Density tal como escuchamos una voz interior, un monólogo con
nosotros mismos, en donde no se trata de acceder a algún tipo de contenidos
específicos del flujo psíquico. Por el contrario, esta obra actúa como mímesis del
modo de pensar actual. Así como fluye la música, del mismo modo pensamos.
Antes de
embarcarnos en las reflexiones que surgen de las dos orientaciones hay que
recomendar enfáticamente una variedad de tipos de escucha de Density: oír
el álbum completo sin cortes ni detenciones, escucharlo mientras hacemos otra
cosa como leer, escribir, pasear, manejar, concentrarnos y prestar atención
únicamente a la obra, oírla una y otra vez hasta el cansancio.
De esta manera
las primeras impresiones sobre la sensación y la sensibilidad se ampliarán y
diversificarán; aparecerán partes en las que no habíamos puesto atención,
ruidos de fondo saltarán al primer plano, la estructura o la desestructuración
se tornará evidente, descubriremos cómo las arritmias se convierten en ritmos, el
ruido en sonido y este de regreso al ruido.
Density es el estado de ánimo de nuestra época. No tanto el estado de ánimo
personal, sino de la colectividad. Así nos sentimos, este es la mímesis del paso
del tiempo y de las temporalidades en las que estamos sumergidos. Por esto
probablemente la obra sea difícil de oírla una y otra vez hasta quedar exhaustos
y gritar basta. Seguramente en ese momento pararemos la música y saldremos de
la casa y sobre todo de nosotros mismos, como decía Gide.
Aunque no ampliaré
todavía en este primera parte, propongo el término aspereza como guia
interpretativa de la obra en la doble vía de ida y vuelta que he señalado. Y
añadir a esta su consecuencia, que viene además de su parentesco: exasperar.
En este primer
momento sugiero realizar las diversas escuchas de Density con la
atención puesta en las nociones: aspereza, exasperar.