Translate

miércoles, 13 de noviembre de 2013

REDEFINIENDO LO PERFORMATIVO



Nada tan fuerte en la posmodernidad como el privilegio de la perfomatividad, de la acción sobre la narración, del hacer sobre el discurso, de la eficacia sobre la reflexión, de técnica sobre la ciencia. Giro performativo que se trasladó a un sinnúmero de ámbitos, pero de manera especial a las artes plásticas y escénicas.
Se propone aquí una reconceptualización de lo performativo, que permitirá tanto cambiar la lectura de aquello que se estableció como paradigmático en estas teorías así como su uso futuro sobre nuevas bases.
Comencemos por referirnos a la definición de arte performativo tomado del glosario de la Tate Gallery: “Arte performativo. Arte en el que el medio es el propio cuerpo del artista y la obra de arte toma la forma de acciones realizadas (performed) por el artista.”
(http://webarchive.nationalarchives.gov.uk/20120203094030/http://www.tate.org.uk/collections/glossary/definition.jsp?entryId=218)

Se encuentran presentes los elementos típicos de lo performativo: el privilegio de la acción y la centralidad del cuerpo del artista -y del artista como sujeto que es tanto productor como producto-
La idea central es regresar al origen del término performance, que coloca no sin ambigüedades la cercanía con formar y forma. Digamos que la tesis central que se sostendrá es que performance es aquello que se hace a través de la forma, una acción en donde la fundamental es la forma de la acción. Desnudar el contenido de la acción para arrancar de ella aquello que es su forma.

Veamos ese origen etimológico de perfomance.

“Origin:
1250–1300; Middle English parformen  < Anglo-French parformer,  alteration (by association with forme
form) of Middle French, Old French parfournir  to accomplish. See per-, furnish” en: http://dictionary.reference.com/browse/perform

De l’anglais performance issu lui-même de l'ancien français « parformance » (XVIè s.) et « parformer » qui signifie accomplir et de « former ». http://fr.wiktionary.org/wiki/performance

Angl. performance, exécution, accomplissement, mot de forme française fait du lat. per, et formare, former. http://www.littre.org/definition/performances


Se mantiene el carácter de acción del performance, que ha sido su constante y además el modo en que se usa en la lengua; esto es, acción de una cierta calidad, inicialmente de gran calidad pero luego banalizada a cualquier grado de realización de la acción. Y se introduce –lo que es esencial-, ese otro elemento olvidado que es la forma.
Lo que se ha perdido en el uso de la lengua es esa referencia directa a la forma en el performance, aunque queda incluida en la acción, porque esta es valorada a través del modo de su realización, que puede ser excelente o deficiente. La forma de la acción es la que define su calidad. De tal manera, que su origen etimológico no enviaría a esas acciones que se cumplen bien a través de producir una determinada forma o de darle una determinada forma a las acciones.
¿Y qué es lo que se hace a través de la forma? Se desviste el hacer para que aparezca “su” forma desprendiéndose del contenido. Lo que pone en acción el performance, el happening o cualquier otro tipo de arte performativo, es la forma del suceder.
En el performance “la belleza” o su estética se dirigen a la forma de lo que acontece. La posmodernidad antes que negar la representación, lo que hace es introducir la acción en el arte. Una acción que no pretende alcanzar un fin, sino que quiere transparentar la forma de acción. Es, así, una acción formal. Por esto, responde a la pregunta: ¿cómo puedo hacer arte actuando?
El equívoco de todo esto es que tendemos a fijarnos en su contenido, que solo es importante en cuanto es elidido, aunque conserve la huella de esta elisión. Es “esta elisión y no otra”, de allí su carácter de particular. (Lukács)
Pongamos un ejemplo: la artista argentina Ana Gallardo, en la XI Bienal Internacional de Cuenca, realiza un conjunto de acciones claramente ubicadas dentro de lo performativo, aunque ciertamente no usa su cuerpo. Viaja a las comunidades rurales de Cuenca y pide a las campesinas que hagan figuras de barro, las que quieran. Igualmente la actividad se realiza con un asilo de ancianos. Una vez que tiene estas figuras, sin ninguna intervención de su parte, construye un escenario minimalista en una sala y en ella coloca las figuras hechas por ese conjunto de personas.
Su discurso y la aparente lectura obvia de su obra sería una crítica social al arte y a los artistas como productores exclusivos del arte, cuando ella habría mostrado que hasta los sectores más desfavorecidos pueden hacer arte y entrar en una bienal.
El gran equívoco en este ejemplo, y en muchos otros, es que al centrarse en el contenido de la acción parecería que efectivamente se logra que esos sectores desposeídos y excluidos de la esfera elitista del arte, entraran en este campo y que por este motivo, se habrían convertido con derecho propio en artistas.
Sin embargo, si nos centramos en la forma de la acción, los resultados son harto diferentes: se convierte en la reafirmación del carácter sociológico convencional de la producción de la obra de arte, en donde esta solo se hay arte en la medida en que se penetra en la esfera del arte y es reconocida como tal por sus integrantes –en este caso una bienal de arte-
Además, la figura del artista como origen de la obra de arte –arte es lo que hacen los artistas- utiliza a los sectores populares como un pretexto ideológico de su obra. Las campesinas hacen unas figuritas de barro y solo se convierten en obras de arte porque han sido pedidas y trabajadas por la artista, que es quien transporta esos objetos al museo, al espacio de exhibición sociológicamente determinado como artístico.
Regresemos a la definición de la Tate Gallery: “…la obra de arte toma la forma de acciones realizadas (performed) por el artista.” Se trata sin lugar a dudas de la realización de acciones; pero estas no son el centro de la obra, no definen su sentido principal, sino que son el medio para que aparezca la forma de acción, que es lo que realmente se quiere trasmitir o decir.
Podemos redefinir este concepto que quedaría de la siguiente manera: las artes performativas son aquellas en donde la obra de arte muestra la forma de las acciones.
A partir de aquí tendríamos unos determinados criterios que permitirían valorar de mejor manera el arte performativo, en donde los aspectos de la calidad y la significación ya pueden incluirse. Esto lograría que este tipo de acciones escapen de la banalidad, que es su principal peligro.
La pregunta acerca de la calidad estética de las artes performativas estaría guiada por la pregunta acerca de la capacidad de mostrar, de transparentar, de poner ante nuestros ojos, la forma de las acciones, que en la vida cotidiana queda oculta por el privilegio del contenido.
Los medios utilizados para lograr explicitar la forma, la adecuación de estos para logar que aquello se muestre a través de la forma, per-formar, añadirían elementos valorativos orientadores de su juicio estético.

No hay comentarios:

Publicar un comentario