Se ha vuelto raro encontrarse con una novela de
este tipo en los tiempos actuales, en donde se privilegia precisamente la
banalidad, las historias sin grandes pretensiones, las perspectivas limitadas. La
obra de Milan Kundera, La Fiesta de la
insignificancia, evita contar nada especial; por el contrario, parecería
que entra de lleno en el molde la literatura postmoderna.
Historias insignificantes de personajes
insignificantes. Hasta el único hecho terrible que se narra, forma parte de la
pretendida comedia de marionetas que uno de ellos quiere representar. Y cuando
hacen su aparición algunos personajes históricos, terminan reducidos a una
caricatura de sí mismos, como es el caso de Stalin.
Pero la obra, lentamente, bajo el peso de la
repetición incesante de la insignificancia, va adquiriendo otra dimensión, otra
estatura. Se vislumbra, nunca explícitamente, el final de la postmodernidad, la
imposibilidad de que siga existiendo porque ha llegado a convertirse en un espectáculo
de marionetas que ningún actor real podría asumirlo.
Aquí está nuestra época resumida, sintetizada
en esos personajes que ni ellos mismo pueden tomarse en serio que, a fuerza de
haber perdido el sentido del mundo, de la sociedad, roza el absurdo.
Mientras la lectura rueda, una sonrisa
inevitable asoma, solamente para volverse mueca ligeramente amarga. Es una
tragicomedia en la todos estamos atrapados, cada uno en su juego, cado uno
pretendiendo escapar de su propia trampa sin poder lograrlo. Los esfuerzos
desesperados de los personajes únicamente logran hundirlos más en la estrechez
de sus vidas.
La existencia de ellos está poblada de
anécdotas. A eso se ha reducido la terrible historia del estalinismo, el psicoanálisis,
la enfermedad, la muerte, la seducción.
El lenguaje utilizado no puede ser más
sencillo, sin grandes proezas ni alardes; sin embargo, logra con estos
elementos reconstruir un mundo banal, como se ha dicho, pero con igual fuerza,
se deja adivinar los límites de nuestra época, la urgente de necesidad de
replantearse las cuestiones acerca del sentido de la vida, del destino de las
sociedades, del futuro como tal, que es lo que ha desparecido.
Es una obra que hay que leer.