La forma es un concepto
paradójico, porque cualquiera puede responder a la pregunta: ¿qué forma tiene
esto o aquello, una mesa o una estrella? Y, sin embargo, si interrogamos sobre
lo qué es una forma en general la cuestión
se torna harto difícil. Quizás la extrema cercanía que tenemos con ella nos
dificulta su conceptualización.
Indaguemos por el origen de
esta dificultad. La forma tiene una amplitud semántica extensa, que la hacen
ambigua. Un breve recorrido de los usos del término y de sus derivados
arrojaría la siguiente imagen:
- La
forma de los objetos materiales que están frente a nosotros: la mesa ovalada,
la carretera estrecha, el panel rectangular.
-
La
forma de los objetos virtuales que, en general, sigue la misma pauta que los
primeros.
-
La
forma que hace parte del mundo de las ideas, de los sentimientos, de las
subjetividades, como cuando se dice: ¿qué forma de quererme?, ¿qué forma de
fastidiarme?
-
La
forma entendida como proceso: formar, deformar, conformar, dar forma.
-
La
forma como constitutiva de un campo específico: la informática, formato,
formatear.
Este no es un listado
exhaustivo; apenas una muestra de la capacidad de ocupar diversos significados,
espacios o de desplazarse metonímicamente o metafóricamente que tiene la forma.
Además hay que tener en cuenta los significados y los usos que se derivan del
término morfología, por ejemplo en campos como la lingüística o la biología.
Cabrían varias
clasificaciones de la noción forma. Por el momento, opto por una división basta
del campo que ocupa la forma para irnos aproximando a su plena comprensión: la
forma como algo dado y la forma como un proceso.
La forma como algo dado
tiene que ver con los objetos, sea de cualquier tipo que fueren que se
mantienen como tales por un determinado lapso. Esta estabilidad es
fenomenológica: si bien es cierto que todas las cosas están cambiando a nivel
microscópico, a nivel macroscópico y para todos los efectos prácticos, las
cosas mantienen su forma por un tiempo y un espacio determinados.
La forma como proceso.
Tenemos, como ya se ha dicho, una serie de verbos que señalan las acciones
correspondientes: formar, deformar, informar, conformar, dar forma, informar;
incluso anglicismos como formatear.
A su vez dentro de este
campo procesual se distingue entre:
- - La serie de transformaciones que desemboca en
una forma dada o determinada: la formación de un nuevo ser vivo, la formación de
un grupo musical, la elaboración de una lámpara.
- El traslado
de características fundamentales que alteran de manera radical una realidad o
que, incluso, dan lugar al surgimiento de una nueva realidad; este es el
sentido de informar, no solo como comunicar, sino como constituir una realidad
dándole una características fundamentales o esenciales.
Un ejemplo de la informática nos viene bien en este momento: formatear o
dar formato es más que conferir una simple forma a un disco duro; se trata de
darle una cierta información que permite que el disco duro sea utilizable, que
reconozca la serie de dispositivos, que permita correr los diferentes
programas.
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