Cuando nos enfrentamos a la estética del diseño caben al menos dos posibilidades: la primera, hacer un recuento de las diferentes corrientes de la estética y aplicarlas al campo específico del diseño; la segunda, enfatizar en la estética del diseño, en donde la estética hace parte constitutiva del diseño, como uno de sus núcleo internos y no como una suerte de exterioridad que habría que introducir desde fuera.
Por lo tanto, interioridad de la estética en el diseño. Aunque más adelante se justificará plenamente, hablaremos de la forma diseño, que une los dos campos en mención: la estética y el diseño.
Comenzamos esta tarea aproximándonos a la estética, para establecer sus componentes básicos que provean de un entendimiento común a una categoría que ha sido bastante difícil de definir, sobre todo por las innumerables tendencias y autores.
La estética tiene que ver con la sensibilidad: sus categorías, los modos de experiencia, la diversidad cultural e individual, los efectos que causa en nosotros, entre otros elementos.
Sin embargo, la sensibilidad lejos de estar distribuida por igual en toda la sociedad, depende directamente de las manera cómo el poder organiza dicha sensibilidad, especialmente vinculada con lo que se refiere la producción y consumo de mercancías, en donde están incluidos los productos culturales.
(Se puede decir que las industrias culturales estaban relacionadas con la producción de la cultura en sentido estricto: arte, artesanías, cine, artes plásticas, música, entre tantas otras. Ahora con las nuevas tecnologías de la información y comunicación, las industrias culturales han ido avanzando hasta copar gran parte de la producción general; por ejemplo, celulares, computadoras, tablets, videojuegos.)
Vamos a llamar régimen estético al modo como el poder produce y regula la sensibilidad (y sensibilidades) en una sociedad dada en un momento determinado de su existencia. El régimen estético es, por lo tanto, el régimen de la sensibilidad.
La experiencia estética de la sensibilidad es intencional; esto quiere decir que dicha experiencia tiene un contenido. ¿Acerca de qué contenidos hace su experiencia la sensibilidad? La experiencia de la sensibilidad es experiencia de la forma.
Más aún que la estética, el debate sobre el significado de la forma ha sido históricamente y actualmente diverso, contradictorio. Bastaría mencionar la confusión en los debates entre la forma y las formas.
Como punto de partida, tomo una aproximación a la noción de forma que sea de lo más amplia y comprensiva para que recubra este campo amplísimo: forma es aquello que introduce una distinción en donde antes no había como tal.
Imaginemos un espacio vacío:
Y ahora introduzcamos una forma, esto es una distinción:
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Con esta forma podemos decir: arriba de la línea, debajo de línea, a la derecha, a la izquierda…
A lo largo de estas notas se trabajará en la perspectiva de la estética del diseño: la forma diseño.
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