- La forma es producto de la introducción de una distinción. Distinguir es el componente ontológico fundamental. Existe aquello que se puede distinguir de otro; por eso, la distinción introduce modos de existir, que son en cuanto distintos de otros modos de existir. De igual manera, conocer significa distinguir y las teorías son máquinas generadoras de distinciones.
- La distinción es distinta de la diferencia. Por la distinción se crean campos en donde hay cosas que son similares y cosas que son diferentes; objetos que son indiscernibles y objetos completamente diferentes. Cierto cosas existen del mismo modo; y otras, de modo diferente.
- La forma es, ante todo, productividad; esto es, la capacidad de generar nuevas formas, que significa la introducción de nuevas distinciones en los mundos existentes o el surgimiento de nuevos mundos. A este proceso se le denomina: transformación.
- Estas transformaciones son inmediatamente indexadas; esto es, pertenecen a un campo marcado que les diferencia de aquello que ha quedado fuera en un campo no marcado que lo delimita y le conforma. La indexación es, al mismo tiempo, el trabajo de la forma para desenvolverse así como el llenarse de un contenido que proviene de ese desenvolverse. La forma contiene tanto la forma indexada como el contenido posible de la forma indexada.
- Se abre un campo de acciones posibles que establecen tanto aquello que se puede dar dentro de un campo, de acuerdo a la forma en que las distinciones lo han marcado, como aquello que no puede darse en dicho campo. La serie de acciones posibles son el contenido posible de la forma. (Este es el affordance de la forma).
- Las transformaciones producen tanto medios como formas, insistiendo en que los medios son modos de existencia de la forma. La distinción entre medio y forma se debe a que los medios se refieren a ese campo de acciones posibles con relaciones laxas, mientras la forma son indexaciones dadas con relaciones estructuradas.
- La forma, como campo de acción posible, también es un campo de sentidos posibles, equivale a un horizonte de sentido que tematiza un campo marcado. Igualmente como campo simbólico marcado, delimita aquello que se puede decir y pensar, de aquello que no se puede decir ni pensar dentro de ese campo.
- Wittgenstein: “Nos hacemos figuras del mundo”. Entenderemos por figura una forma visual que se expresa a través de un medio.
- La figura del mundo es tanto representacional como expresiva. Una figura puramente expresiva carecería de sentido; una figura puramente representacional supondría un intelecto sin afecciones, cosa que no existe. El grado de representación o de expresión es lo que varía.
- Figural es una forma que da lugar a una forma visual y que ella misma no es una figura, sino el origen de la figura, aquello que marca su campo.
- Lo figural da lugar a un régimen visual, conformada por una estética, en el sentido de un campo que cubre la sensibilidad, las sensaciones y la imaginación; y por unos dispositivos estructurados que ejecutan determinados procesos y que se convierten en máquinas figurales – técnicamente: máquinas abstractas formales figurales- El resultado global que arroja el trabajo de estas máquinas figurales se denomina: formación visual.
- Transfiguración es el paso de una figura de un campo marcado a otro campo marcado; por lo tanto, lo que expresa y representa cambia radicalmente; su “esencia” se modifica y una figura se convierte en otra cosa. Su forma visual puede permanecer sin modificaciones o alterarse radicalmente.
- Es necesario suplementar a Lyotard: lo figural no es la separación de lo expresivo de la figura de sus elementos representacionales; sino la forma en cuanto generadora de un régimen visual que es expresivo/representacional.
- La transfiguración del lugar común, tal como lo muestra Danto, es un caso en donde un objeto es trasladado de un campo marcado –cotidiano- a otro campo marcado –el arte- cambiando tanto lo que significa como lo que expresa.
- La transfiguración es posible porque la relación entre aquello que la figura representa/expresa y su forma visual, posee la característica de ser una conexión parcial: ni la figura alcanza a decir completamente lo que se quiere representar/expresar; ni la representación/expresión agota la forma visual; de tal manera que la representación/expresión pueden encarnarse en otra forma visual, así como esta, está en capacidad de ser investida por otras representaciones/expresiones. Este hecho contribuye en gran medida a la capacidad transformacional de la forma y a los procesos de transfiguración. La transfiguración es una manifestación de la existencia de conexiones parciales.
- Hay figuras que se permanecen en un estado de indecidibilidad y que, dependiendo de las acciones sobre ellas, se vuelcan a uno u otro plano representacional/expresivo. Estos osciladores son características de aquellos fenómenos marcados por un doble vínculo.
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martes, 31 de mayo de 2016
FORMA, FIGURA. Proposiciones.
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